Prevenir desde la proximidad

CONXI MARTÍNEZ. Presidenta de la FEDAIA

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El próximo domingo se celebran elecciones municipales y uno de los principales problemas que tenemos sobre la mesa, la pobreza y la exclusión social de una parte importante de nuestra infancia, permanece invisible en campaña.

El hecho que los problemas de la infancia se hayan agudizado como resultado de la crisis económica no ha llegado a las programas electorales de los candidatos a alcaldables a pesar que una parte importante de la solución de este problema se encuentra en las políticas de proximidad.

Un gobierno local tiene que estar próximo a sus ciudadanos y ser el mejor conocedor de sus problemas. El bienestar de la infancia depende en gran parte de la capacidad de los gobiernos locales para prevenir, y no sólo combatir, los problemas que afectan a la infancia más vulnerable.

Desde la FEDAIA constatamos que no existe una coordinación ni criterios compartidos en muchas materias a lo largo del territorio, de manera que necesidades similares son cubiertas con fórmulas muy distintas según el ayuntamiento que la aborde o en algunos casos no quedan cubiertas. Necesitamos construir una cultura uniforme en todos los territorios en el que la gestión de los servicios públicos sea compartida con las diferentes entidades sociales. Necesitamos establecer políticas de atención a la infancia garantizadas a todos los niveles de gobierno. Y necesitamos elaborar un mapa de recursos y un diagnóstico de las necesidades que permitan planificar la inversión territorial en políticas de infancia de manera que se garantice la igualdad de oportunidades independientemente del territorio o distrito donde residan los niños y sus familias.

Para sacar adelante todo lo anterior es urgente asumir que no mejorará el bienestar de la infancia si no aumentamos la inversión que destinamos a políticas sociales de forma decidida hasta igualarla a la media europea. Cabe recordar que a pesar que España y Cataluña tienen las tasas de pobreza infantil más altas de Europa, destinan a políticas de infancia y familia un 1,4% y uno 0,9% respectivamente de su PIB mientras la media europea se sitúa en un 2,2%.

Desde el gobierno de proximidad se puede hacer mucho para cambiar esta situación porque la fuerza de las comunidades está en su capacidad de provocar cambios.

Estas elecciones municipales son el momento para hacer efectivo el traspaso de competencias a los ayuntamientos que establece la Ley de Infancia garantizando que funcionen descentralizados pero coordinados y con presupuestos suficientes. Tenemos que ser capaces de garantizar la existencia de regidurías de infancia y planes específicos para atender a este colectivo pero también avanzar en la transparencia y la rendición de cuentas. Los ciudadanos deben conocer la inversión que se destina a infancia en su ayuntamiento y poder medir la eficiencia y eficacia de la misma.

También es el momento de hacer efectiva la Ley de Servicios Sociales en lo que dice relación a una de sus principales herramientas de prevención: los centros abiertos que atienden desde la proximidad a la población infantil más vulnerable. La ley establece que debería existir 1 cada 20.000 habitantes. Los gobiernos municipales que salgan de las urnas deben trabajar por alcanzar este objetivo que fija la ley. 

La misión de un gobierno municipal es estar próximo a sus ciudadanos y gobernar por ellos. Aunque no votan, los niños son ciudadanos y es nuestro deber trabajar desde la proximidad por su bienestar.

¿Por qué? Porque los niños tienen una oportunidad para crecer y desarrollarse. Son un capital humano que no podemos dilapidar.