Juntos hacemos camino

Estas elecciones municipales son una gran ocasión para salir a encontrarse con la gente. En directo, sin intermediarios. Para ir a sus barrios, a sus pueblos, a sus ciudades, pasear por ellas, pisarlas con la suela de los zapatos. Para hablar directamente con hombres y mujeres de todas partes y de todos los colores y formas de pensar. Lo hago muy regularmente, pero una campaña electoral de estas características proporciona un marco ideal para explicar, escuchar, atender, razonar, reconocer lo que no se ha hecho bien, convencer y anotar ideas de los demás para la propia reflexión.

En nuestra formación política, CiU, hay una larga tradición de hacer lo que se llama puerta a puerta, que es ir casa por casa para explicar lo que hemos hecho a través de nuestra acción política, pero sobre todo para escuchar y atender lo que nuestros conciudadanos nos quieran decir. Lo hacemos sobre todo en las municipales. Es por ello que he decidido embarcarme en una escucha activa nacional e implicarme en un montón de actos. En la primera semana de campaña he pasado por Sitges, Tarragona, Valls, Calafell, El Vendrell, Sant Just Desvern, Viladecans, Sant Feliu de Llobregat, Mollet, Granollers, Vic, Sabadell, Isona, La Pobla de Segur, Tremp, Gandesa, Deltebre, Amposta, Vilafranca y Lleida. Así por encima, han sido más de 1.200 kilómetros en ocho días. Esta vez hemos querido que fuera diferente, porque muchas cosas han cambiado. Son actos sencillos, paseos, para hablar con todos los que se acerquen. Intentamos ir más allá del clásico mitin y allí donde es posible lo sustituimos por una conversación con nuestro candidato o candidata local. Y que siempre haya tiempo para que quien lo desee se pueda acercar para hablar. Con poco protocolo, tomando algo de pie, que es la mejor manera para que las personas se acerquen y podamos hablar. ¿Qué he detectado que preocupa a la gente? ¿De qué hablamos en estos encuentros? Básicamente, de tres cosas: trabajo, mantenimiento del Estado del bienestar y el gran proceso por la libertad de Catalunya.

PAPEL CLAVE DE LOS AYUNTAMIENTOS

Los ayuntamientos juegan un papel clave en el fomento de la actividad económica. Su actitud puede ser decisiva para que un inversor tome la determinación, también decisiva, de instalarse en un municipio de nuestro país. Que haya trabajo y que los salarios sean mejores es la primera preocupación de la gente y también la nuestra. Los datos del paro siguen siendo muy altos, pero hay una clara tendencia de cambio: llevamos 21 meses seguidos de disminución del paro. En los últimos meses hemos tenido noticias muy positivas de grandes inversiones en nuestro país por parte de empresas muy potentes. Es necesario que esto continúe. Por eso me preocupan algunos discursos que oigo extremadamente críticos con la actividad económica: no encuentran bien el turismo, el congreso mundial de telefonía móvil... Y yo pienso: ¿cómo creen que se genera la riqueza necesaria para asumir el gasto público que tenemos? El turismo crea solo en la ciudad de Barcelona 120.000 puestos de trabajo. Es necesario compararnos con países como Austria o Dinamarca, que cuando van mal tienen niveles de paro que tenemos aquí cuando vamos bien.

La gente con la que hablo también está preocupada por la salud, la enseñanza y los servicios sociales. Conecta con el primer apartado, porque en Europa los países con un Estado de bienestar potente son de base industrial. Aquí explico claramente que hemos sido capaces de salvar nuestros servicios sociales y hacerlos funcionar con menos recursos, y que no todos habrían tenido la decisión necesaria para hacerlo. Todo el mundo está bien atendido en nuestro país y en algunos ámbitos hemos sido capaces de mejorar, como en las listas de espera.

Trabajo y bienestar estarán mucho más asegurados y al nivel de Austria o de Dinamarca si podemos tener sus mismos instrumentos. Estos días estamos viendo el mal uso que hace el Estado español de sus poderes, cuestionando la presencia del catalán en la escuela, la integridad y honestidad de nuestra policía e incluso la libertad de expresión que supone colgar la bandera que uno quiera. Esto lo dirimiremos en septiembre, pero está claro que el proceso para la libertad de Catalunya irá mucho mejor con los ayuntamientos al lado empujando, como vimos en el acto que reunió al 95% de los municipios catalanes en el Palau de la Generalitat por el derecho a decidir.

Eso digo a las personas con las que hablo. Que vale la pena apostar por la gente que construye, y no por la que solo critica; que si la nueva políticaes no poder dar un abrazo a quien piensa diferente de ti, que se la queden; que una cosa es llevar la etiqueta de progre y otra hacer progreso. Y que juntos podemos llegar donde nos proponemos.