Consenso, inmersión lingüística y novatos Ciutadans

JOAN SALICRÚ / Mataró

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Han pasado nueve días desde el inicio de la campaña electoral. Nueve días que han dado bastante de sí y que nos sitúan en el ecuador de una campaña que en Mataró está teniendo un perfil bajo, francamente tranquilo: no ha habido ningún gran estrépito ni propuesta de envergadura que haya enviado los partidos en disputa hacia una dirección desconocida, si bien poco a poco se van conociendo algunas propuestas interesantes, como el Mataró Fòrum de CiU en Can Cruzate o la idea del PP de convertir el Vapor Gordils -actualmente en desuso- en un centro de interpretación del primer tren de la península.

Todo ello, como decíamos hace unos días, se puede ver como una carencia y una dificultad para contrastar propuestas y modelos de ciudad, pero también es posible vislumbrar que el buen tono entre todas las candidaturas presupone un escenario de pacto después del 24 -M -la última muestra en este sentido se pudo ver este sábado en el #vermutcultura organizado en El Públic por los responsables de este espacio cultural y la sección local de Òmnium Cultural; el consenso en materia cultural se evidenció claramente en temas como la tercera biblioteca pública-.

El miércoles por la mañana las versiones digitales de los semanarios 'El Tot Mataró' y 'Capgròs' publicaban una encuesta encargada a la web local LaRiera48 que ha servido para animar la campaña y, sobre todo, para empezar a definir el tablero de juego real que se intuye para después de las elecciones: tres fuerzas que aspiran a participar de la gobernación de la ciudad con CiU a la cabeza -sobre esto no parecen haber dudas a pesar del relevo de Joan Mora- y el PSC y ERC batiéndose por el segundo lugar, revirtiendo la sensación de hace unos meses según la cual los republicanos dejarían noqueados los socialistas.

En otro nivel, gran emergencia de Ciutadans, que se comería terreno de un PP claramente a la baja y que en todo caso pierde por un lado lo que gana por otro. También un resultado aceptable para ICV -con una pequeña pero sólida base de votantes- y para la CUP -que por primera vez aprovecharía más el marco nacional favorable que no el local, estancado-.

Y finalmente unas expectativas discretas para VoleMataro y Plataforma por Catalunya, los primeros por no poder presentarse bajo el paraguas de Podemos –aunque Gemma Ubasart estuvo el sábado en el Cafè de Mar dándoles su apoyo- y los segundos porque el voto anticasta y españolista quedaría repartido esta vez con Ciutadans, que en 2011 no se presentó, y de alguna manera también con la marca local de Podemos –además, la encuesta publicada por los medios gratuitos también revela que la inmigración no es ni de lejos lo que más preocupa actualmente a los mataroneses-.

La publicación de la encuesta coincidió en el tiempo con el episodio de fondo más importante que ha tenido lugar esta semana en Mataró: la resolución del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya según la cual la escuela Pia Santa Anna deberá impartir un 25% de clases en castellano del grupo en el que los padres de uno de los alumnos ha pedido que la formación le fuera impartida en su lengua materna.

Esto, automáticamente, provocó la reacción de las principales formaciones políticas de la ciudad favorables al sistema de inmersión, y acto seguido, una manifestación de apoyo al centro escolar celebrada en la plaza Santa Anna donde asistieron dos mil personas. Quien se posicionó en un sentido claramente contrario es Ciutadans y su nuevo candidato, Xavier Caravaca.

Curiosamente, la única nota de prensa que la sección local de los de Albert Rivera ha emitido estos días ha sido relacionada con esta cuestión, un tema que si bien está emplazado en la ciudad no tiene nada que ver con la gobernación de la misma.

Pocas horas después, Ciutadans era noticia por una cuestión mucho más superficial que la batalla política sobre la inmersión lingüística pero muy sintomática y que puede hacer daño a la candidatura, porque ha tenido un eco mediático espectacular: Nuria Sánchez, número 8 de la formación, anunciaba en Facebook que, al leer el programa local, había decidido darse de baja de la formación.

Hasta ahora, los de Xavier Caravaca se las prometían muy felices pero con este caso se visualiza claramente que el trabajo de preparación de cara a las municipales en la ciudad ha sido mínimo.

Quizá por eso el candidato está teniendo un perfil tan bajo durante la campaña y apenas interviene en los debates; sabe que la sección local es en la práctica una franquicia impulsada por el hiperliderazgo de Albert Rivera y que lo único que tiene que hacer es evitar cometer errores.

Lea más artículos de Joan Salicrú en la web LaRiera48