Superar la barrera para la independencia

SÍLVIA CÓPPULO

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El sí a la independencia ganaría en las elecciones del próximo 27 de septiembre con 74 escaños, los mismos que tiene actualmente en el Parlament redistribuidos de manera ligeramente diferente. CiU ganaría las elecciones y obtendría 35 o 36 escaños; ERC, 26 o 27; y la CUP, 10 o 11. Por otro lado, es una novedad que en Catalunya el partido que agrupa más el españolismo sea Ciutadans, que se dispara. Obtendría 26 escaños y estaría disputando a Esquerra ser la segunda fuerza. 12 o 13 diputados obtendría el PSC y 9 el PP, que caen en la intención de voto, según la encuesta que hoy publica 'La Vanguardia'. Podemos se sitúa en un parámetro de 6 a 8 escaños. 

Es evidente que se hace difícil encontrar alianzas para formar gobierno. La suma de los diputados de CiU y ERC no sería suficiente.

En los datos sobre la independencia, el sábado veíamos que un aplastante 80% de la gente está a favor de poder votar en referéndum, a pesar de que algo más de la mitad podrían votar que no. 

Hay una barrera mental que separa el espacio entre independentistas y españolistas. Y hay razones y, sobre todo, hay sentimientos. El miedo al cambio, el más importante.

Está claro que publicar datos puede funcionar como publicitar tendencias que traten de conseguir adeptos, pero, quizás la lectura más inteligente que se puede hacer de cara a los independentistas es que les hace falta más razones y más ilusión en su posición. Los españolistas, al mismo tiempo, podrían preguntarse cómo es que dos años y medio después de las últimas votaciones al Parlament no avanzan. ¿Les faltan razones y sentimientos quizás también? Hay muros --mentales-- más difíciles de vencer que los del kilómetro 30 de un maratón. Superar la barrera para la independencia es una carrera de fondo. Los corredores saben bien que, para ganar, hay que entrenarse a partir de las propias fuerzas de manera ordenada y estable durante mucho tiempo, dibujando una estrategia inteligente para poder mantener el paso en todos los terrenos y sobre todo no desfallecer. Parece fácil, no lo es, pero es la única verdad.