El debate sobre la formación infantil

Madres de Día, sí gracias

Las familias deben poder elegir un ámbito educativo cercano y reducido para sus hijos más pequeños

CLARA LECHUGA

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A raíz del artículo de opinión Madres de Día: no, gracias Madres de Día: no, graciasde Irene Balaguer, presidenta de la Associació de Mestres Rosa Sensat, publicado en este diario el pasado 3 de febrero, desde la Associació de Mares de Dia Llars de Criança hacemos las siguientes reflexiones. En primer lugar queremos expresar nuestro reconocimiento a la señora Irene Balaguer y a Rosa Sensat por la larga trayectoria de lucha, esfuerzo y trabajo en pro de la educación de los niños en nuestro país. Asimismo, desde Llars de Criança pedimos una legislación y regulación de nuestra profesión para garantizar a las familias con niños de 0 a 3 años una alternativa de calidad a la escola bressol o a la llar d'infants, cuando así lo quieren. Las mares de dia mares de diasomos personas debidamente formadas que ofrecemos en nuestro hogar un servicio de atención y cuidado a los niños en grupos reducidos (máximo cuatro), para familias que busquen una opción profesional de pequeño formato en un ambiente cercano, tranquilo y amoroso .

Nuestra asociación acompaña a aquellas personas interesadas (sean mujeres u hombres) en la especialización como mares de dia y promueve la formación continua con el objetivo de garantizar una buena preparación tanto pedagógica como personal y facilita la formación en primeros auxilios especializados, manipulación de alimentos, etcétera...

Las familias son las primeras responsables de cuidar y educar a sus hijos e hijas; por este motivo, creemos que las inversiones gubernamentales que van dirigidas a la etapa de la pequeña infancia deberían garantizar que el niño pudiera permanecer junto a su familia más tiempo, alargando las bajas de maternidad / paternidad.

Cuando la familia no puede hacerse cargo de su hijo o hija porque tiene que trabajar, busca una opción que la sustituya. Es aquí donde entran en juego varias posibilidades y una más de ellas es la de las mares de dia. Así que creemos que si los deseos y necesidades de las familias van encaminados a elegir esta opción, deben tener derecho a optar libremente bajo el paraguas de la legislación, ya que constituye un derecho constitucional decidir qué tipo de educación queremos para nuestros hijos.

Hasta la fecha estábamos sumergidos en una realidad que nos obligaba a dejar a nuestros hijos en guarderías públicas o privadas cuando volvíamos a trabajar. No había, en nuestro país, otras opciones constituidas de calidad para los niños y sus familias. La historia nos demuestra que la figura de mare de dia ha estado muy presente en países de Europa y Norteamérica y en diferentes momentos económicos desde hace mucho tiempo. Si, como señala la señora Balaguer, entre las mares de dia se dan «patologías inherentes» al trabajo en solitario, estas serán las mismas que se encuentran en cualquier otra profesión de carácter liberal. Creemos que estas «patologías» se pueden acompañar con una buena red de apoyo como la que tenemos y ofrecemos en nuestra asociación.

La figura de mare de dia, gracias a la ratio reducida, ofrece una atención individualizada a los niños, y así se puede acompañar sus emociones y respetar sus necesidades y su autonomía. Ofrecemos un tiempo lento, adaptado a los ritmos de los niños, y una actividad no dirigida y específica para cada uno de ellos. Acompañamos a las familias en el proceso de crianza y favorecemos que puedan entrar y participar en nuestro hogar. Para algunas familias este modelo de acompañamiento es fundamental y no lo encuentran en la oferta convencional, donde las ratios de niño por educador resultan mucho más elevadas.

Aunque es una figura muy normalizada en muchos países de Europa (como Francia, Reino Unido, Irlanda, Alemania, Bélgica, Holanda, Suiza, Dinamarca, Suecia, Finlandia ...) y en Canadá y Estados Unidos, en nuestro país no está legislada ni regulada. Es como si no existiera. Y la historia reciente nos muestra que, en el ámbito de la pequeña infancia, cuando no se ha regulado ni se ha legislado, es precisamente cuando han aparecido iniciativas diversas, que nada tenían que ver con las mares de dia, a veces exclusivamente lucrativas y de dudosa calidad.

Por último, pensamos que los diversos colectivos que se dedican al cuidado y a la educación de los niños en la etapa de 0-3 años debemos unir fuerzas para reclamar cambios importantes en las políticas legislativas y económicas de nuestro país, velando siempre y únicamente por el bienestar de los niños, en vez de entrar en guerra entre unos y otros. Por eso desde la Associació de Mares de Dia Llars de Criança decimos bien alto: «Madres de Día para quien lo desee: sí, gracias».