Los toros, más cerca de volver a Catalunya

El ministro Wert lo ha dejado claro desde el primer día. Su objetivo radica en conseguir que los toros sean declarados patrimonio cultural inmaterial por parte de la por UNESCO. Porque tal y como ha dejado dicho hace pocos días "los toros son cultura desde la Dehesa a la plaza". Sin embargo, con el fin de hacer posible este objetivo, tiene que superar un gran escollo: conseguir superar la abolición de las corridas que supuso la aprobación de la ley catalana. Es evidente que esta situación le supuso un impedimento mayúsculo en la medida que por primera vez un parlamento (el catalán) legislaba con criterios animalistas contra una manifestación evidente de crueldad hacia los animales. Es por ello que, les es imprescindible invertir el proceso.

En el debate que hicimos suscitó a raíz de la presentación de la enmienda a la totalidad de esta ley de Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial que hoy aprobarán gracias a la mayoría absoluta, ya expusimos que el Gobierno español no tiene competencias para hacerla porque esta capacidad pertenece a las comunidades autónomas. De hecho, Catalunya (y Valencia y Baleares) en 1993 ya la aprobó. Es decir, Catalunya ya disfruta de los medios jurídicos para declarar el grado de protección inmaterial. Es decir, esta nueva ley española no cubre ningún vacío legal, sólo es la herramienta que necesita Wert para que pueda atribuirse poderes que no le son propios para hacer retornar los toros en las escasas plazas catalanas.

¿Cómo? No le resultará muy difícil intentarlo. Esta nueva ley que le permitirá actuar (artículo 11), entrará en conflicto con la ley catalana de abolición de las corridas de toros. Y, entonces, dado el conflicto de intereses, le tocará hablar en el Tribunal Constitucional. Es decir los doce magistrados que están al servicio del PP y del PSOE.

En definitiva, solo nos queda la contestación y dejarles claro que no podrán vencer la democracia expresada en el Parlament, en la sociedad civil y en la calle.