Cristiano tiene derecho a hacer lo que quiera

Comienza la fase decisiva de la Liga de Campeones y yo creo que los equipos de siempre, los más grandes, van a demostrar su fortaleza: Bayern, Chelsea, Barcelona y Real Madrid. Incluyo sin duda también al Atlético, porque para ganarle habrá que tener con qué.

El Atlético es un equipo ordenado, que tiene claridad de idea y está en una subida permanente. Cuando parece que trastabilla se recupera, cuando parece que la cosa viene mal encuentra caminos que están ligados a fortalecer la misma idea. Cuando perdió con el Barcelona en la Copa del Rey parecía que surgían las dudas, pero después termina haciendo un partidazo contra el Real Madrid. Es un mérito del técnico y de sus futbolistas.

La gente disfruta mucho de ganarle al Real Madrid. Cuando dirigí al Atlético tuve la suerte de hacerlo en 1987, también con un 4-0. Ese equipo que yo tenía jugaba muy bien al fútbol, técnicamente era muy bueno. Jugaba también achicando espacios y era contundente arriba. Nosotros le ganamos también al Barcelona de visitante, pero claro, las repercusiones ahora son distintas. Son equipos diferentes. Lo que tiene este Atlético de Madrid de diferente es que ha habido una continuidad. Y yo quiero destacar algo, aunque ahora digan que Menotti habla bien porque le ganó al Real Madrid. El Atlético tiene una idea muy clara de juego. Después se puede debatir, se puede discutir si la idea es buena, si la idea es mala, qué se puede corregir. A veces me parece que se excede en situaciones que no corresponden a la categoría de sus futbolistas, porque creo que tiene muy buenos jugadores para jugar. Pero hay una idea muy clara que yo no veo que tenga el Real Madrid.

Soluciones individuales

El Real Madrid es un equipo que tiene grandísimos jugadores, pero en lo colectivo me parece que ante la adversidad las respuestas siempre son individuales. Y es cierto, individualmente les sobra como para resolver partidos. Ahora el tema es cuando se enfrentan a equipos como el Atlético… Lo que me parece realmente una idiotez es criticar a Cristiano Ronaldo por haber festejado su cumpleaños. A mí no me importa si Serrat se va a acostar temprano o si García Márquez tomaba un whisky antes de escribir, esa no es mi vida. Me parece que son rebusques periodísticos que no ayudan. Hay algunos a los que la tristeza los puede y quieren estar solos y hay otra gente que hace al revés. Aparte, es su cumpleaños, tiene derecho a hacer lo que quiera. No tiene nada que ver eso con el juego, ni con el fútbol ni con Cristiano. A mí lo que me preocupa es que Cristiano Ronaldo juegue el partido que jugó ante el Atlético, por ejemplo, no que haya festejado el cumpleaños.

Al Barcelona, en cambio, lo veo con más convicciones en estos momentos. Los tres de arriba, por ejemplo, ya no se discuten. Antes entraba uno y salía otro en el equipo. Y había ciertas cosas que la prensa exageraba, como la relación del técnico con Messi. Me parece una estupidez plantear que Messi va a hacer una revolución contra el entrenador. Es demasiado ingenuo, niño, a pesar de los años que tiene. Es probable que cuando te sacan tengas alguna reacción, pero cuando entra a la cancha quiere ganar, ser el mejor, jugar. Y Luis Enrique fue hallando el equipo, buscando los lugares. Es mérito de él, porque los puso cuando le decían que los tres no podían jugar juntos arriba. Y el equipo está mejor, porque además tiene unos futbolistas que asustan. Messi puede estar 20 minutos hablando por teléfono dentro de la cancha con su esposa y con su hijo, y de repente deja el teléfono, agarra la pelota y gana el partido. Es una cosa terrible, una magia indescifrable, no se puede analizar.

Otro de los grandes protagonistas en la Champions será sin duda el Bayern. Ha perdido jugadores muy importantes, sobre todo en el medio de la cancha, como Thiago o Lahm, pero es evidente que por donde pasa Guardiola crecen los futbolistas. No hay un solo jugador que pueda decir que no ha crecido dentro de la idea de Pep.

Y en cuanto a Guardiola, yo lo noto muy feliz con la vida del fútbol alemán. El otro día estaba en una conferencia de prensa y había sólo seis periodistas. Además, a su equipo le ha ido muy bien y vive en una ciudad maravillosa. Pero también hay en su espalda unas cargas emotivas importantes. Guardiola gana 2-1 en un partido regular y entonces hay un cuestionamiento que no lo tienen otros que pierden 4-0. Su compromiso con el fútbol es increíble y eso produce una fatiga muy grande. Así fue cuando se pidió a él mismo un año de vacaciones. Y en cualquier momento va a tener que pedir otro año, porque yo sé todo lo que sufre y lo que siente cada partido.