El BCE decide apretar a Grecia

EDUARDO MARTÍNEZ ABASCAL

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El gobierno griego de Syriza dice que la deuda pública es insoportable y que con las condiciones del rescate y la austeridad no la podrán pagar. Cierto. Para devolverla necesitas tener superávit público, y el Ejecutivo griego nunca lo ha tenido.

Pero es igual que el resto de gobiernos de la OCDE, que nunca han tenido superávit en los últimos 35 años. Y si lo han tenido ha sido pequeño y en apenas 2-3 años. Por tanto, ninguno devolverá nunca su deuda pública. Si hay un default (suspensión de pagos), no es un problema para Europa pues ya no contaba con ese dinero y además el tamaño del impago es pequeño (Grecia representa menos del 2% del PIB europeo, más o menos lo que Cádiz en España). El problema del gobierno griego es que tiene un gran déficit público cada año (22.000 millones o un 12% de su PIB en el 2013; España 72.000 millones y el 7%). Y para cubrirlo necesita pedir prestado sistemáticamente a la UE-BCE-FMI (la llamada troika). Si se pone farruco dejarán de prestarle y no podrá pagar a funcionarios, pensiones, etcétera. Eso sí es un problema para el ciudadano y el gobierno griegos.

Atenas puede supender pagos y eso sería un problemón para el país, pero no causaría su muerte súbita. Hay que precisar que cuando se habla de Grecia, a lo que nos referimos es a su gobierno, al sector público, que es solo uno de los tres protagonistas de la economía; los otros son los consumidores y las empresas. Si suspendiera pagos se quedaría sin dinero (o con menos del que necesita), pero el resto de la economía sí lo tendría. El problema gordo es que se suspenda la financiación que el BCE da a toda la economía griega (y a la de todos los países del euro). Si los bancos se quedan sin dinero porque los depositantes se lo llevan y porque el BCE no les da, dejarán de prestar a empresas y familias.

Las empresas se quedarán sin líneas de crédito imprescindibles para seguir funcionando; por supuesto tampoco podrán financiar al gobierno como hacen ahora; y lo mismo les pasará a las familias que no podrán comprar con tarjeta de crédito porque no hay crédito. Esto causaría el colapso súbito de toda la economía, no solo del sector público. La banca es a la economía lo que el sistema circulatorio es al cuerpo humano. Sin sangre, en dos minutos te mueres. Lo mismo con la economía.

El BCE ya ha dado el primer aviso: ya no aceptará como garantía para prestar a los bancos los bonos griegos (públicos o privados). Eso es tanto como decir que los bancos griegos se quedan sin financiación barata al 0,5%. Ahora solo se pueden financiar con la llamada ELA, Emergency Liquidity Assistance o ayuda de liquidez de emergencia, que es más cara (1,5%) y que el BCE puede suspender si, como ha dicho, no ve señales de compromiso de Atenas. En fin, pinta mal. La posición negociadora del gobierno griego parece débil.