Lo Urgente

Me siento algo revuelta después de que José María Carrascal, al que admiro y respeto, me soltara la frase «en África no tienen ni agua corriente» ante mi preocupación por las decenas de miles de familias españolas que no pueden pagarse la calefacción. Llevo días reflexionando sobre ello, en una semana de intensa ola de frío en la península con alerta en 29 provincias y temperaturas que hacen que a una se le congele hasta el alma. La televisión tiene ese ritmo trepidante que te deja entre los dientes conversaciones a medio terminar.Que en África hay hambruna se sabe; incluso cuando yo era pequeña se convirtió en una muletilla a la desesperada para que me terminara la comida del plato. No pienso entrar en la demagogia del asunto, sino en la capacidad que nuestros dirigentes puedan tener para desviar la atención de lo Urgentehacia su beneficio, disfrazándolo del bien común o colectivo.

El primer gran pacto de la legislatura entre los dos grandes partidos de nuestro arco parlamentario PP y PSOE ha sido para luchar contra el yihadismo. ¿Solo en materia de seguridad nacional se ha podido sellar una acción conjunta? Discrepar en la instauración de la prisión permanente revisable o cadena perpetua para los terroristas que causen muertes no es una minucia, pero han terminado firmando. ¿No es similar la urgencia para asegurar una vida digna? El 9% de la población española sufre pobreza energética, es decir que deben elegir entre calentar la casa o satisfacer otras necesidades básicas. En Catalunya la cifra asciende al 11% de las familias. Desde la Asociación de Ciencias Ambientales se habla de más de 2.000 muertes prematuras cada año a causa de esa pobreza energética; la OMS sitúa la cifra en más de 7.000. ¿La no reacción ante eso no es un terrorismo silente?

Soluciones comprometidas

Estoy segura de que a pesar de las discrepancias, si hubiera un deseo real, se podría alcanzar un acuerdo conjunto entre PP y PSOE para aminorar esos devastadores efectos con soluciones comprometidas más allá de las diferencias ideológicas de cada uno. IU propuso que durante los meses de crudo invierno se prohibiera cortar la luz, el gas o el agua; el 60% de los países de la UE disponen de esa medida; los socialistas crean una tarifa social para los más necesitados… La realidad es que no solo no se reacciona sino que el precio de la energía se encarece; el 5% más la factura de la luz en enero con respecto al 2014 con la china de que se va a compensar a lo largo del año. Al final Carrascal ha dado con la clave de la inoperancia política frente al drama social. Todo es cuestión de reducir el grado de urgencia mirando o comparando otras realidades como que «en África no tienen ni agua corriente» para invitar al pueblo a la no queja o agradecer su malvivir.