TRIBUNA

38 años después

ROBERT MANRIQUE

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Miércoles, 7 de enero, 19.00 horas. Ronda Universitat, 22. Ante el consulado francés en Barcelona, 500 personas mostramos nuestra repulsa por el atentado sufrido por el semanario Charlie Hebdo agitando bolígrafos al aire en defensa de la libertad de expresión que la violencia intenta destruir. Entre todos los presentes, una exigencia común: las opiniones deben ser libres, y las viñetas, también. En el tiempo compartido en silencio, algunos consultan el móvil, otros la tableta y otros simplemente recordamos. Y la memoria aporta una fecha en la que unos pocos metros evitaron una cifra de muertos similar a la de ahora en París.

Septiembre de 1977. Un grupo de ultraderecha perpetra un atentado en Barcelona, molesto por la sátira que practican los redactores y dibujantes de El Papus. Ese grupo terrorista no comparte la forma en que la revista aborda temas tan intocables en la época como el sexo, la educación, la política o la religión. Entregan un paquete en la recepción del edificio. El conserje lo traslada a sus destinatarios y muere en el trayecto debido a la explosión del artefacto.

La concentración del miércoles me ha retrotraído al principio de la década de los 90. Un día se presentó en el despacho de la delegación de la antigua AVT en Catalunya una señora que, ironías del destino, también era clienta asidua de Hipercor en 1987. Quería saber qué había ocurrido realmente en la explosión de El Papus. Era la hija de Juan Peñalver, el conserje, y tuvimos que retomar la investigación 15 años después del atentado. Descubrimos que las investigaciones no fueron lo suficientemente ágiles. También recordamos la manifestación con 5.000 asistentes en Barcelona al día siguiente. Meses más tarde localicé la sentencia, y poco después a tres heridas: Rosa (inválida), Florencia y Josefina.

Pero 38 años después nadie ha puesto interés en encontrar a Juan José, María, Josefa, Clara, Feliciano, Salvador, Maricarmen, Julián y Manuel. El último intento fue en marzo pasado. Las administraciones todavía tienen trabajo pendiente. Mientras tanto, 38 años después se convoca otra manifestación porque la libertad de expresión sigue amenazada… ¿Hasta cuándo?