INTANGIBLES

Se acaba la crisis ¿sí o no?

EDUARDO MARTÍNEZ ABASCAL

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La prensa se ha hecho eco en estos días del optimismo económico del Gobierno en contraste con el pesimismo de la oposición y de parte de la población. ¿Y quién tiene razón? ¿De verdad se ha acabado la crisis? Pues la respuesta depende de lo que entendamos por crisis.

En el mundo económico se habla de crisis cuando el PIB baja. El PIB es grosso modo, como el salario medio (la renta per cápita) que recibe cada ciudadano. Por tanto, si baja, en promedio todos ganamos menos. La realidad es que unos dejan de ganar en absoluto y el resto siguen más o menos igual. Pues bien, se entiende que la crisis ha acabado cuando el PIB empieza a subir. En ese sentido podemos decir que se ha acabado la crisis. El PIB lleva subiendo desde el tercer trimestre del 2013, y volverá a hacerlo en este cuarto trimestre del 2014; en total habrá sido año y medio de crecimiento, aunque pequeño. Llevábamos sin crecer desde otoño del 2008, es decir cinco años hasta otoño del 2013. Parece que se ha acabado la larguísima travesía del desierto, aunque ahora el crecimiento sea todavía liviano.

La gente además parece más optimista, pues el consumo también ha subido en cada trimestre de este año 2014 y por primera vez desde el 2008. La inversión empresarial también ha empezado a crecer en este año. Y por último, el 2014 ha sido el primer año desde mediados del 2008 en que se ha creado empleo. Y lo más importante, las empresas están mejor que en años anteriores, empieza a fluir el crédito y pueden empezar a crecer, aunque poco a poco, dependiendo de que nos animemos a consumir. En fin, en mi modesta opinión y con los datos en la mano, no se puede decir que estamos en crisis. Esta es la cara de la moneda. Y ahora viene la cruz.

Y la cruz es que al que está en paro todo esto le trae sin cuidado y lo único que ve es que antes tenía empleo y ahora no lo tiene. Y ve que sí, que se crea empleo, pero tan poco que a él no le llega. Sí, en promedio vamos mejor, pero esto no va por promedios: los que tienen empleo, ven las cosas con más optimismo que antes y empieza a consumir, pero el que no lo tiene se desespera y más si oye decir que la cosa mejora, porque él o ella no ven en su vida ninguna mejoría. La realidad es que desde junio del 2008 a diciembre del 2013 se perdieron casi tres millones de empleos (datos de afiliados a la Seguridad Social). La buena noticia es que desde enero a septiembre de este año 2014 se han creado casi 500.000. Pero claro, quedan casi otros 2,5 millones que no han recuperado su trabajo. Y a este ritmo de medio millón al año, nos llevará cinco años más volver a donde estábamos en 2008. Son muchos los que dicen que la crisis no se acaba hasta que se acabe con el desempleo. Cierto, si la economía no sirve para las personas, algo no estamos haciendo bien, o algo deberíamos hacer mejor.

Estimados lectores. Feliz Navidad y que el próximo año 2015 traiga prosperidad especialmente a los que hasta ahora carecen de ella.