Análisis

El infierno amarillo

Matt Groening

Matt Groening

MIKEL LEJARZA

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Durante la década de los años 80 del pasado siglo, la televisión era el medio de comunicación dominante y un negocio sólido que se repartían en Estados Unidos tres grandes cadenas: La ABC , la CBS y la NBC. Entonces, Rupert Murdoch decidió lanzar la Fox, un cuarto canal que todo el mundo creía inviable  debido a que el mercado se consideraba cerrado. Sin embargo, con un estilo lleno de innovación, la Fox rompió las reglas y reinventó la televisión. Uno de sus primeros programas fue un show presentado por Tracey Ullman, una comediante inglesa que había tenido un breve paso por el mundo de la canción pop y que contrastaba con los personajes masculinos de las otras cadenas que lideraban programas de índole similar. Se trataba de un espacio con sketches y parodias, unido a entrevistas y actuaciones musicales, cuyo productor inicial fue el legendario James L. Brooks, quien ya produjera en su momento series como El show de Mary Tyler Moore, Lou Grant y Taxi, y al que muchas personas conocieron años después por ser el director de Mejor imposible la maravillosa película protagonizada por Jack Nicholson .

Polly Platt, amigo y tambien productor de Brooks, le habló de una tira cómica que se publicaba  bajo el título de La vida en el Infierno. Su autor era Matt Groening, un joven originario de Oregon que, tras ser extra, trabajó en una guardería, en una planta de tratamientos residuales, vendió muebles, fue chofer y escritor a sueldo, hasta que publicó una tira llamada Palabras prohibidas en la revista WET. Tuvo cierto éxito, lo que le permitió fichar por Los Angeles Reader, donde tras ejercer de chico para todo. El editor, James Vowell, le dio su confianza para narrar con humor su azarosa vida en Los Ángeles. Así nació La vida en el Infierno. En 1985, el astuto James L. Brooks, siempre a la caza de elementos novedosos, contactó con Groening y le propuso adaptar su tira cómica a una serie de cortos de animación para ser emitidos en El show de Tracey Ullman. Pero Groening pensó que, si lo hacía, perdería sus derechos de autor para adaptaciones futuras, por lo que decidió crear un concepto nuevo, y en las mismas oficinas de Brooks dibujó al primer Homer (el mismo nombre de su padre), a Marge (su madre se llamaba Margaret), a Lisa, Maggie (como sus dos hermanas menores en la vida real  y a Bart, que, según su autor, está inspirado en su hermano mayor Mark. Lo hizo en un pos-it, o eso dicen , y de ahí su color .

La familia Simpson debutó en El show de Tracey Ullman el 19 de abril de 1987. El programa no fue un gran éxito, pero los cortos se hicieron tremendamente populares y la Fox los convirtió en serie en 1989 . Debutó el 17 de diciembre de 1989, y la Fox se arriesgó a colocarla en pleno prime time pese a ser de animación y dirigida a adultos . El resto es la trayectoria del mayor éxito televisivo de la historia . Hoy la Fox es una cadena consolidada y Groening hace años que ha dejado de vivir en el infierno. Todo ello porque los mencionados se atrevieron a pensar de un modo diferente.