Dos miradas

Cuento de hadas

El 'president' pide ahora renunciar a las ideologías por La Idea. Es decir, olvidarnos del combate para rendirnos a un horizonte

EMMA RIVEROLA

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Jaume Marfany, vicepresidente de la ANC, considera que en las elecciones generales «puede entrar en juego el cuento de hadas diciendo que haremos una España nueva en la que Catalunya encajará perfectamente». Sorprende este argumento en boca de quien ha alimentado un guion independentista demasiadas veces instalado en el reino de Oz. La fantasía planea sobre la política catalana. A veces, el delirio. El juez Vidal, uno de los redactores de una constitución catalana, decía que una Catalunya independiente podría resolver sus iniciales problemas de financiación convirtiendo a Alemania e Israel en nuestros bancos temporales. Entre Rajoy y Netayanhu, la casa de chocolate de Hansel y Gretel parece el paraíso, aunque la habite una bruja.

Mientras nuestras vidas se precarizan a pasos agigantados, mientras hay cientos de miles de niños en riesgo de pobreza, 15 desahucios diarios en Barcelona y muchos jóvenes no tienen más camino que el exilio laboral, el debate se centra en las relaciones entre Catalunya y España y se califica el momento de histórico, excitante, ilusionante, extraordinario… Para unos, el Estado español ha fallado. Para otros, han fallado unos políticos postrados ante el poder financiero, también Artur Mas. El president pide ahora renunciar a las ideologías por La Idea. Es decir, olvidarnos del combate para rendirnos a un horizonte. Y de fondo suena una canción: «Cuéntame un cuento y verás qué contento…»