Jo Nesbo y sus dos años

Ninguna novela será mejor porque el autor tarde en escribirla una década

JORDI PUNTÍ

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Esta semana Jo Nesbo presentó en Barcelona su nueva novela negra, El leopardo (Roja&Negra / Proa), y participó en una charla en la biblioteca Jaume Fuster, donde respondió a las preguntas del público y contó detalles sobre su escritura. Entre otras cosas, según recogió la editora Ester Pujol en Twitter, Nesbo confesó que había escrito su primera novela con el detective Harry Hole en cinco semanas, pero le dijo al editor que había tardado dos años «para que le pareciera más buena». Es una revelación graciosa, y seguro que el público sonrió con complicidad, pero también es probable que Nesbo se la permita porque tiene mucho éxito y ahora ya es solo una anécdota.

De entrada no debería ser un defecto o una virtud que un autor haya escrito una novela en cinco semanas o en diez años. Las novelas nos gustan o nos desagradan por sí mismas, lo descubrimos durante la lectura, y el tiempo que el autor les dedicó no debería influir en nuestra valoración. Es cierto que, por lógica, cuanto más tiempo se dedica a escribir un libro, mejor debería salir, aunque no siempre es así. El talento narrativo va por un lado y las horas por el otro, pero vivimos en una época en la que el esfuerzo se premia más que el talento -por eso Nesbo engañó a su editor.

Cada día más, en las entrevistas, los escritores destacan aspectos del proceso creativo que deberían darles prestigio antes de la lectura. Los años que tardaron en escribir un libro es uno de ellos, pero también la reescritura y la documentación. Volvemos a lo mismo: reescribir una y otra vez un texto suele ser beneficioso, pero el autor debe valorar si no pierde la gracia de la espontaneidad. Y documentarse mucho está bien para fijar un terreno, sobre todo si es novela histórica, pero mal asunto cuando los datos y las cifras dominan sobre la imaginación. Al fin y al cabo el texto se defiende por sí solo, y ninguna novela será mejor porque el autor la escribiera durante diez penosos años, haciendo el pino, o bajo un Gobierno del PP (aunque en este caso concentrarse tenga más mérito).