Una de Empar y otra de arena

Empar Moliner en 'Els matins' de TV-3

Empar Moliner en 'Els matins' de TV-3 / periodico

MANEL FERRER

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Es muy común que grandes estrellas de las televisiones autonómicas jamás pasen las fronteras de su casa y puedan llegar a los grandes magnates de la comunicación, solo personajes como Juan y Medio, Toñi Moreno o Terelu Campos, esta última bastante influenciada por cierto, lo han conseguido.

Y luego están esos humoristas, presentadores, periodistas que se quedan en la tele de casa pero que aún y así hacen una tarea bastante completa y que siendo claros, cumplen con sus cometidos laborales. Todo este rollo que llevo arrastrando des del principio de este artículo es para hablar de Empar Moliner, la estrella oculta que comparten TV-3 y Catalunya Ràdio. En la época de Cuní en la pública de Catalunya ya era bastante polémica pero yo creo que con Melero al frente de ‘Els Matins’ se ha acabado de soltar y no se cansa de decir verdades cada mañana en sus aportaciones en el programa matinal de la cadena.

A diferencia de otros que optan por ser políticamente correctos en todos los aspectos, teniendo cuidado de quien hablan, como hablan y lo que dicen, Moliner se pone el mundo por montera y desmonta farsas y postureos sociales que a veces de lo intuitivos que son cuesta creer que nadie antes haya atacado, verdad? Quizás el miedo, el ser bien queda o el querer estar tranquilo con todo el mundo puede ser la respuesta.

Pues estos días he compartido ya varios vídeos de ella en TV-3 desmontando a personajes y declaraciones estúpidas sobre cosas que molestan y que incluso pueden resultar insultantes y menospreciables para algunos sectores de la población. El primer vídeo que compartí en las redes tenía como contenido a Moliner analizando una entrevista que concedió Manel Fuentes el día anterior en ese mismo programa donde jugaba con el postureo de ser artista, saber cantar y tocar l harmónica, todo muy completo si no fuera que de todo lo que dijo no sabía hacer ni la mitad. La periodista demostró que Fuentes inventaba las letras de las canciones y que además el show que hacía con las harmónica es tan sencillo que hasta ello y su compañera Helena García Melero podían hacerlo, tanto fue así que se apareció con una harmónica y simuló el número de Fuentes. Además para colmo mostró su indignación comentando la parte final del vídeo donde Fuentes decía lo bien quedaría el presentando ese programa, a lo que Moliner respondió que si quizás el que presentara Josep Cuní eso no lo habría dicho y yo creo que razón no le falta. Y ya por no hablar del alter ego del presentador y cantante que ni cabía en todas las instalaciones de la tele catalana, lamentable.

Y ayer mismo compartí mi segundo vídeo sobre la polémica periodista catalana, en este con foto en la pantalla cara del plató de Soraya Sáenz de Santamaría, comentó unas declaraciones de la vicepresidenta del Gobierno y pidió que no quería limosna para Catalunya y que si tanto molestábamos nos dejara ir porqué en estas situaciones los catalanes parece que estemos viviendo dos vidas, la nuestra y la que nos obligan. Entendiendo claro que no todos pensamos igual y que hay gente que es partidaria de pertenecer a España, claro está.

A mi parecer faltan más personas que lejos de ponerse una camiseta y dar un discurso cuando toca, se tiren al ruedo y digan lo que piensan en todo momento y no solo hablando de política eh, hablando de todo, de lo que nos gusta, de lo que no, de lo que nos molesta y de lo que nos satisface.

Moliner es un personaje al alza y que por el momento está demostrando que todo le da igual y que si hay que hablar se habla y para mi gente así es la que vale en un medio dónde todo lo que se dice es medido con lupa por parte de partidarios y no partidarios.

Antes mi mito sobre estas posturas rebeldes era Pilar Rahola que empezó con fuerza pero al llegar a Madrid empezó a hacer de las suyas y la última vez que la vimos por ahí salió como invitada junto a su marido hablando de su vida privada, en un programa que además esa misma noche era su última vez en pantalla, entonces menos entiendo aún la necesidad de sentarse y contar sus intimidades. Aunque claro, quien soy yo para juzgarla cuando soy consumidor preferente de este tipo de contenidos, ¿no?

Y ahora ya para ir acabando, decir que a la tele se va con la verdad por delante, a no ser que te vayan a pagar mucho dinero para contar una mentira, ¿demagogia? Quizás, pero ¿quién a estas alturas no lo es?