MONÓLOGOS IMPOSIBLES

¡Vivan los novios!

BARRIL

BARRIL / periodico

JOAN BARRIL

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Ya soy mayor para decidir lo que conviene hacer. Y lo que conviene es decir siempre la verdad. No soporto a aquellos políticos que consideran que una cosa es la función pública y otra, la vida privada. El electorado quiere conocernos y no se nos pueden caer los anillos para contarle el deporte que nos gusta, los libros que leemos o el punto de sal de la paella. Se vive mucho mejor con la verdad por delante, porque, de lo contrario, un día cualquier fotógrafo te hace polvo la reputación. 

Soy feliz porque el otro día me casé finalmente con Rafa. Los clásicos decían aquello de "primum vivere, deinde philosophare". O sea, que ya no pienso en la filosofía del amor y en el cariño que nos debemos Rafa y yo. Ahora pienso más en los suculentos platos que nos dedicaremos entre la alegría de muchos amigos que nos quieren bien. Porque eso es lo que he experimentado en estos días de bodas y tornabodas: que el hecho de ser homosexuales públicos no nos convierte en patitos feos.

Incluso vino a mi boda esa ministra del PP llamada Ana Pastor. "Solo Santi Vila sabe cómo tratar a las mujeres", debe de haber dicho en el consejo de ministros cuando Ruiz Gallardón le debe de haber afeado su asistencia. Lo de Pastor y yo es un triunfo de lo personal sobre la intransigencia de la política. He recibido felicitaciones de amigos extremeños, gallegos, leoneses y canarios. La felicidad de los seres humanos es, en estos momentos que corremos, la medida de todas las cosas positivas. También vino a nuestra boda el presidente Mas, tal vez haciendo de tripas corazón, pero estaba ahí. Aquel día sí que fue para nosotros el verdadero día del orgullo gay. ¡Cómo no voy a estar orgulloso de compartir mi vida con Rafa! A lo largo de estos días brevísimos de viaje de novios se me ha pasado por la cabeza una cena íntima con los políticos que han tenido el coraje de salir del armario, de convencer y hasta de ganar. Ahí estarían el congresista peruano Carlos Bruce, la primera ministra islandesa Jóhanna Sigurdardóttir, el ministro de Asuntos Exteriores alemán Guido Westerwelle, el longevo alcalde de Berlín Klaus Wowereit y el que lo fue durante muchos años de París, Bertrand Delanoë. Llamaría también a Van Beust, alcalde de Hamburgo; a Annise Parker, alcaldesa de Houston; a Jerónimo Saavedra, alcalde de Las Palmas, y a Corine Mauch, alcaldesa de Zúrich. Es la hora de los valientes. El amor exige valentía y mostrarlo en público exige convicción.

Me siento seguro en este mi nuevo estado civil. Sé que a mí se me exigirá más que a mis otros colegas, pero no les voy a fallar. El territorio que administro vertebra un país pequeño, pero nuestro territorio personal nos va a hacer mayores. Con Rafa viviré el silencio confortable de los que no necesitan demostrar que son más guapos e inteligentes que el resto. En casa, las únicas plumas serán las estilográficas y los armarios siempre gozarán de puertas abiertas. Nos ofrecemos al mundo para embellecerlo y para crear climas de tolerancia y de gratitud. Nuestra casa será la casa de todos y de todas aquellas personas que se fijan más en los hechos que en la condición. Todavía no lo había dicho, pero que vivan los novios, sean del color que sean. Hace tiempo que olvidamos las tempestades y ya solo nos queda la luz del arcoíris.