La clave
Votar... y saber qué se vota
Enric Hernàndez
Director
Director de EL PERIÓDICO desde el 2010 y licenciado en Ciencias de la Información por la Universitat Autònoma de Barcelona. En 1998 se incorporó al diario como redactor jefe de Política en Madrid. Un año más tarde, asumió la jefatura de la delegación y, en el 2006, fue nombrado subdirector. También trabajó en 'El País' como director adjunto y en el diario 'Avui', donde inició su carrera profesional.
ENRIC HERNÀNDEZ
La abundante literatura política publicada en torno a la pertenencia (o no) a la Unión Europea (UE) de una Catalunya eventualmente independiente adolece, por lo general, de una grave falta de rigor científico que cabe atribuir a dos factores. El primero, la ausencia de precedentes homologables; y el segundo, el influjo que sobre tales vaticinios ejerce el punto de partida apriorístico de sus respectivos autores.
Los detractores de la secesión catalana cuentan de su parte con argumentos de peso como los pronunciamientos de las autoridades comunitarias o la capacidad de veto de los estados, en este caso España, para impedir el ingreso en la UE de un nuevo socio. Los partidarios de la independencia, por su parte, invocan en su favor el pragmatismo europeo para augurar que el peso económico de Catalunya y su estratégico enclave geográfico disuadirán a las instituciones comunitarias de excluirla del selecto club de los 28. Aunque revestidas de argumentos jurídicos, políticos, históricos o económicos, unas y otras predicciones degeneran en apuestas tabernarias: frente al hidalgo «por nuestras narices que no estaréis», el no menos testosterónico «no tenéis lo que hay que tener para dejarnos fuera». Todo muy civilizado. Todo muy europeo.
Un debate político de altura
Tarde o temprano, los catalanes seremos convocados a las urnas. Si no para una (cada vez menos probable) consulta sobre la independencia, sí al menos para participar en unos comicios multipartidistas en los que optaremos entre distintos programas electorales. Esa será la hora de decidir, de elegir entre proyectos inequívocamente independentistas, federalistas o continuistas.
Para cuando ese momento llegue, sería conveniente que los sentimientos de pertenencia (de todos) y las baladronadas (de uno u otro signo) no fueran la única materia a examen. Para que el seny vuelva a competir en condiciones de igualdad con la rauxa, es imprescindible un debate político de altura, sereno y documentado, que sustituya el catastrofismo por datos fehacientes, y los horizontes idílicos, por realidades tangibles.
Que una cosa es querer votar y otra votar sin saber qué se vota.
- García-Castellón y Gadea dejarán sus plazas en la Audiencia Nacional y Pedraz sopesa hacerse con el juzgado del Tsunami, por Ernesto Ekaizer
- El río subterráneo más largo de Europa está en España: nadie conoce su nacimiento ni su desembocadura
- Airbnb aconseja a los propietarios que no anuncien las piscinas en sus alojamientos turísticos
- Vuelve Moisés a Pasapalabra: el concursante desvela los problemas que sufrió en el pasado y por los que tuvo que abandonar el programa
- La Junta Electoral avala la candidatura de Puigdemont y rechaza la impugnación de Cs
- El invierno vuelve por Sant Jordi: los meteorólogos alertan del fenómeno que nos espera la próxima semana en Catalunya
- La vida de Rosa Peral en prisión: ¿A cuántos años está condenada? ¿Cómo es su día a día? ¿Qué estrategia seguirá en adelante?
- El Barça vive una tragedia insoportable ante el PSG