ANÁLISIS

Messi, Cristiano, Guardiola y los millones de Catar

CÉSAR LUIS MENOTTI

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Cuando uno se da un atracón de fútbol como el que suelen proponer los cuartos de final de la Liga de Campeones, los temas a debatir son múltiples. Que si llega el final de ciclo del Barcelona, que si el Real Madrid mostró algo más que dudas en Dortmund, que si José Mourinho es uno de los técnicos que mejor motivan a sus jugadores... Hoy no voy a entrar en eso, prefiero apuntar a cuatro aspectos que me interesan particularmente:

1) ¿Está el Bayern hoy cerca del nivel que alcanzó el Barcelona de Pep Guardiola? Son cosas distintas, porque son distintos futbolistas, pero la idea está muy clara. Adónde va a llegar, no lo sé. Pero el equipo juega realmente muy bien. Y Guardiola es como un director de orquesta, que cuando abre la puerta y están todos los futbolistas y dice «buenos días», todos los músicos saben cómo tienen que tocar. Y todos los jugadores también saben cómo tienen que jugar. Ahora, eso exige entrenamiento, no cualquiera. Yo puedo tener la misma idea que Guardiola pero no es decir «toquen, toquen, toquen». No es así, hay que entrenar muy bien, hay que saber entrenar, hay que saber conducir. Y creo que el Bayern de Múnich ha jugado partidos de una intensidad de sostenimiento de la idea de Pep que está muy cerca del mejor Barcelona.

Un punto de magia

¿Qué le falta? A lo mejor le faltaría la magia de uno de esos que aparecen. Franck Ribéry está muy al servicio del equipo, pero no tiene la chispa, el genio de Leo Messi. Sí, Ribéry es habilidoso, es un gran jugador y le ha servido mucho. Pero tampoco sé si es Messi.

2) Un Cristiano Ronaldo distinto: a pesar de la lesión, le veo mejor, más tranquilo, como más dispuesto a lo colectivo, no le veo con actitudes de somos Cristiano y 10 más. Y eso ayuda mucho, ayuda mucho a poder desarrollar la idea del entrenador. Más allá de lo del martes en Dortmund, yo creo que Carlo Ancelotti ha logrado algo que se había perdido en el Madrid, que es tranquilidad, es un Madrid hasta en la previa muy pacífico. Es hasta generoso en el trato, es más educado. Lo veo también con grandes dificultades, porque los espacios le cuesta encontrarlos, tiene una contundencia arriba que si uno a esa contundencia la sostiene desde el compañerismo, desde la buena actitud, de que ni importa quién hizo el gol... yo creo que eso lo está logrando. Y se hace un adversario muy difícil porque arriba tiene una contundencia como pocos.

3) Messi y el Barcelona: no va a encontrar jamás un lugar que lo haya ayudado tanto a crecer como este Barcelona, que arranca con Frank Rijkaard, con compañeros como Ronaldinho, que lo arroparon, le dieron mucha ternura, que se la ganaba con su talento. El estilo de juego, de tenencia de pelota. Él no necesita demasiado esfuerzo y tiene mayor facilidad para poner su técnica al servicio del equipo. ¿Dónde podría jugar si no fuera en el Barcelona? Podría ser el Bayern de Múnich. Jugar podría jugar en todos lados, en cualquier equipo. Pero es muy difícil encontrar alguien que acompañe tanto a su manera de jugar como IniestaXavi y todos esos jugadores. Esto no quiere decir que no lo encuentre en otro lado. Y además todo eso tiene que ver cómo se siente uno. Desde fuera uno supone que es muy fácil ser feliz en un club como el Barca y en una ciudad como Barcelona, pero después cada uno tiene su manera de vivir.

4) Los millones de Catar y el Paris Saint-Germain: A mí no me importa cuánto le pagan a Joan Manuel Serrat cuando va a cantar, ojalá le paguen, a mí me molestaría mucho que Serrat dejara de ser Serrat simplemente por los millones que le pagan. O que Pablo Picasso hubiese pintado por los millones y no para crear obras. Por lo tanto, no creo que sea el dinero el que modifica la actitud del artista cuando el artista es realmente un hombre comprometido con lo que hace, ya sea un futbolista, un pintor, un músico. Ahora, si el músico dice «dame un millón y voy un ratito», ahí empieza el deterioro. Ahí empieza a dejar de ser el artista, y se convierte en un mercenario de su talento. El caso del PSG es muy difícil, el fútbol francés es muy frío, no hay la pasión desenfrenada por este deporte que puede haber, por ejemplo, en Inglaterra, Alemania o Argentina.

Necesidad de profundidad

Y una acotación sobre la eliminación del Barcelona en la Liga de Campeones: no encontró el mejor estado de ánimo y menos la velocidad en su formación para poder usar mejor el ancho de la cancha. Hay que ser ancho para poder ser profundo. Justo ganador fue el Atlético de Madrid, que jugó con una idea a la cual el Barcelona se sometió ya antes de empezar el partido, desde la formación del equipo.