China completa su plan de sedentarizar los nómadas tibetanos

JORDI VÀZQUEZ

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Trasladar dos millones tres-cientas mil personas no es fácil. Si se trata de nómadas ancestrales que han de ser sedentarizados a zonas urbanas prefabricadas para convertirse en mano de obra barata aún menos. Tan solo hay un método efectivo: una represión salvaje ante cualquier tipo de protesta. Y la cifra es la ofrecida por la oficialista Tibet TV.

China presentó en el año 2003 un plan para sedentarizar la pacífica población nómada tibetana. Cabe recordar que la denominada Región Autónoma del Tíbet (TAR) solo incluye una parte del Tíbet. La relocalización se ha hecho efectiva a la fuerza creando supuestas “cooperativas” donde el régimen comunista chino exprimirá económicamente los nómadas. Las cooperativas no serán tales ya que los supuestos “cooperativistas” serán esclavos del gobierno que dirigirá las instituciones y ya ha prohibido el uso de las tierras a los propios tibetanos. Así lo ha denunciado un parlamentario tibetano en el exilio. De hecho la mayoría de las personas afectadas son pastores de yaks, un bovino del Himalaya que puede producir Leche todo el año. El periódico británico 'The Guardian' ha comparado dichos campamentos con las reservas indígenas de los Estados Unidos y el Canadá. Allí la tasa de paro es altísima y muchos de los habitantes acaban hurgando en las basuras para poder sobrevivir. Los nómadas reciben una cantidad de la que los funcionarios descuentan el pago por la vivienda cuando el plan tenía previsto que la dicha vivienda sería gratuita y proporcionada por el gobierno.

El régimen comunista chino argumenta que los motivos son medioambientales ya que las zonas tradicionales para pacer el ganado se están secando. Siendo cierto que el cambio climático ha afectado a dichas áreas del Himalaya también lo es que la acción medioambiental china es nula. Hasta se acaban deteniendo a los activistas medioambientales como ha denunciado Human Rights Watch. Curioso: todos ellos son también tibetanos. La organización Green Earth Volunteers ha alertado que los nómadas eran claves para preservar el medio ambiente pero la mayoría de instituciones y gobiernos mundiales han callado ante el gigante chino. Y continúan comprando sus productos a menudo tóxicos.