Trata la menopausia

JUAN SABATER

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Se da el caso que muchas mujeres cuando les llega la menopausia, bien sus médicos no les aconsejan un tratamiento hormonal sustitutivo o una mayoría de veces son las propias mujeres que por el miedo a un posible cáncer de mama, lo descartan.

La conveniencia del tratamiento hormonal sustitutivo (THS), debe ser considerada no solamente para aliviar los síntomas de la menopausia, como son los sofocos, sequedad de vagina, o incontinencia urinaria, lo que sería utilizar el tratamiento hormonal sólo dos o tres años, sino conseguir los beneficios que produce a largo plazo, (evitar la osteoporosis, enfermedades cardíacas, hipertensión, e incluso una reducción importante al riesgo de Alzheimer) lo que supone mantener el tratamiento hasta diez o más años. Sin embargo este tratamiento puede representar un cierto riesgo de trombosis o de cáncer de mama, por lo que es posible que resulte difícil para las mujeres decidir que hacer, pero no debería ser para los médicos aconsejar.

Hoy disponemos decenas de publicaciones de alto impacto, que relacionan el riesgo de trombosis con THS, o con los anticonceptivos orales. El riesgo del THS a sufrir cáncer de mama, es debido a ciertas variantes genéticas de algunas mujeres que al tratarse con esta medicación puede ocasionarles, pero que simplemente conociendo la información que aporta un estudio genómico, mediante pruebas totalmente asequibles, permite predecir el riesgo individual de cada mujer a sufrir una trombosis o un cáncer de mama.

La genómica proporciona una información de predicción de riesgos, que facilita prescribir una terapéutica personalizada según los genes de cada persona. De esta forma cuando llega el momento de decidir y surge la pregunte ¿qué hacer?, la respuesta científica debería ser, prescribir previamente el estudio genómico, al igual que se solicita cualquier prueba exploratoria para establecer un diagnóstico y con su resultado, informar con precisión del riesgo genético antes de recomendar el tratamiento.

Es una lástima que por el mayor riesgo que tienen aproximadamente un 10% de las mujeres, el otro 90%, que no lo tienen, decidan no hacer tratamiento hormonal, por el temor a tener un cáncer o trombosis, quedándose sin los amplios beneficios de dicha medicación, cuyo posible riesgo puede conocerse con anterioridad, con un sencillo estudio genómico.