Los cuernos de un carpintero

Un humilde carpintero ha salvado las audiencias del sábado noche del imperio Tele 5 (Abre los ojos y mira). ¡Ahh! Los productores de La Fábrica de la Tele no están escatimando su talonario de cheques con tal que su programita, y su presentadora, Emma García, adquieran la relevancia que tanto les cuesta conseguir. Pero este sábado tenían un material que desde que el mundo es mundo está comprobado que funciona a las mil maravillas: la exposición pública de un cornudo. Estamos hablando del sufrido esposo de la pizpireta Olvido Hormigos, un humilde carpintero de la localidad de Los Yébenes, Jesús Atahonero, que hasta ahora padecía en solitario los deváneos públicos de su esposa, pero que finalmente ha decidido salir a la arena del circo. El problema de estos casos de cornudos es que, pasados por Tele 5, siempre provocan un pitorreo terrible. Y más cuando vieron que no insultaba ni abroncaba a Olvido, que estaba sentada a su lado muy digna. Le detallaron los amantes que su esposa ha tenido en el último año y medio (con Carlos, el portero de fútbol de Los Yébenes C.D.; con Alessandro Livi, el de la piscina; con Hugo Castejón, ex de Marta Sánchez; con Asdrúbal, en los lavabos de una discoteca...) y el bueno de Jesús solo repetía que él es el padre del hijo que espera ahora Olvido. ¡Ahh!  Recuerdo que, años atrás, cuando el doctor Corbella tenía programa consulta en TV-3, nos solía explicar que cuando un ser humano se entera de que es un cornudo, entra en un proceso de rabia y de obsesión peligrosísimo. No es el caso de Jesús. ¡Ahh! Su templanza, incluso su buen humor, quizá se deba a la gloriosa cuantía del cheque recibido.

URDACI.- Después del cornudo Jesús, entró Alfredo Urdaci en el circo. Es otro registro. El que fue jefe de Informativos de TVE, peón del aznarismo, jefe de Letizia y, finalmente, vocero del constructor El  Pocero, recibió tratamiento de gran estrella. Hasta Alfonso Merlos le fue a recibir a la puerta. Hombre, no le vemos a este muchacho ni méritos ni enjundia. Era un peón del agit-prop cuya única triste frase inmortal fue aquello de «Ce-Ce-O-O». El golpe divertido se lo propinó Sardà cuando le dijo, recordando la época en que Letizia Ortíz era su partenaire en el Telediario: «Oye, ahora que ha pasado el tiempo, podrías sincerarte. Dime, ¿verdad que lo que más te dolió es que el Príncipe la eligiese a ella en lugar de a ti?». Risas merecidas.