Es la leche
La lactancia materna pone en evidencia que las pequeñas cosas nos pueden ayudar a avanzar inexorablemente en nuestros derechos
Carme Porta
Experta en comunicación y editora
Experta en comunicación y editora
CARME PORTA
El personal sustituto del Departament d'Ensenyament de la Generalitat -esto significa básicamente maestros- se les impone una reducción de jornada. Esto quiere decir, por ejemplo, que mientras las criaturas están en el patio, el personal sustituto ya puede ir a dar una vuelta para que le descuenten la media hora. Esto supone un 0'85 % de la jornada. Este hecho absurdo seguramente ahorra mucho dinero pero, tanto a nivel laboral como de atención profesional, no me diréis que es un desastre.
Pues bien, aún se dio un paso más cuando se denegó a una trabajadora el permiso de lactancia. La trabajadora denunció los hechos y se dictó una resolución que desestimaba el recurso interpuesto. UGT interpuso un contencioso administrativo de protección de los Derechos Fundamentales contra la actuación del Departament. El pasado 30 de octubre, una sentencia recogía la anulación de la resolución dictada porque se vulnera el principio de igualdad y no discriminación por razón de sexo.
Los derechos de las mujeres desaparecen
Esta sentencia no será un gran titular pero si una gran noticia, un paso adelante en un momento en que nuestros derechos son pisoteados y retroceden. El principio de igualdad y no discriminación por razón de sexo que se recoge en el Estatut -y también en la Constitución- es uno de los ámbitos más ignorados. Desde el estallido de la crisis económica, las leyes que desarrollan este principio no se aplican en el ámbito laboral, o no se hace de forma efectiva y amplia. Se han detenido los planes de igualdad en las empresas que no tenían. No se hacen inspecciones que obliguen a tenerlos. En la negociación colectiva son los primeros que se pierden, en los convenios de empresa suelen desaparecer ... Los derechos de las mujeres en todos los ámbitos, pero especialmente en el laboral, retroceden, se pisan, desaparecen.
La diferencia salarial sigue aumentando, el paro femenino, la precariedad laboral, son más destacables en el caso de las mujeres. El panorama es duro para todos, pero las mujeres seguimos perdiendo, de forma rápida, nuestros derechos básicos. La crisis, una vez más, es una excusa para hacer limpieza, para hacer ganar a los de siempre .
Es una estafa
Se ha puesto en evidencia que los rescates bancarios han servido para pagar grandes sobresueldos a las juntas directivas de las entidades bancarias mientras estas desahuciaban a miles de familias. Se ha puesto en evidencia que la privatización de servicios públicos no ha mejorado la gestión de los mismos y ha empeorado las condiciones laborales de los empleados y empleadas y las condiciones del servicio para usuarios y usuarias. Se ha puesto en evidencia que esta crisis es una estafa.
Un hecho tan natural como la lactancia materna pone en evidencia que las pequeñas cosas nos pueden ayudar a avanzar inexorablemente en nuestros derechos.
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