Europa, la palabra a los ciudadanos

«Europa necesita un alma. Nadie se enamora de un mercado», dijo el europeísta y expresidente de la Comisión Europea Jacques Delors. Hoy, a pesar de que la Unión Europea es mucho más que el Mercado Único, aún es difícil que los ciudadanos sientan la bandera europea o la Oda a la Alegría como propios. ¿Cuál es el motivo de este distanciamiento? Probablemente no hay una respuesta simple, pero pienso que no nos equivocamos mucho si decimos que una parte importante del problema es el desconocimiento sobre qué es y qué hace la Unión y sobre cuál es su impacto en la vida de los ciudadanos.

MÁS ALLÁ de la idea de Europa que tenga cada uno, del sentimiento hacia este proyecto colectivo, la realidad es que las decisiones que se toman en las instituciones europeas afectan de lleno a nuestro día a día. Desde las etiquetas de los productos que compramos hasta los niveles de nitratos en el agua, desde las tarifas del móvil hasta los programas de intercambio de estudiantes, la acción de la UE está presente en todo aunque no siempre se perciba. De la misma manera, como ciudadanos europeos tenemos una serie de derechos, como el derecho a solicitar una nueva legislación, el derecho a vivir y trabajar en cualquier país de la UE o, en caso de encontrarnos de viaje en otro Estado miembro, el derecho a recibir asistencia sanitaria en las mismas condiciones que los nacionales. La lista es mucho más larga, y abarca desde los derechos fundamentales hasta las cuestiones más cotidianas. El problema es que los ciudadanos de la UE no siempre conocen estos derechos y, por tanto, no los pueden ejercer plenamente.

Precisamente por eso, para poder superar este desconocimiento y hacer que los europeos sean conscientes de sus derechos y los ejerzan, el 2013 ha sido designado por la UE como el Año Europeo de los Ciudadanos con la voluntad, también, de poner a las personas en el centro del debate. Un debate que ahora, meses antes de las elecciones al Parlamento Europeo, es más importante que nunca. Y no es solo una declaración de intenciones: una de las iniciativas que ha promovido la Comisión Europea, en este caso desde su representación en Barcelona, es la organización de una exposición itinerante sobre los derechos de los ciudadanos de la UE que, allí donde se ha presentado, ha ido acompañada de un debate con la gente del territorio. La muestra, que hemos titulado #dretscompartits con la idea de extender también el debate a las redes sociales, ya ha visitado una decena de pueblos y ciudades de Catalunya y Baleares y ahora llega a Barcelona, donde hoy se presentará y se celebrará un debate con los ciudadanos.

Hasta ahora, estos debates nos han permitido hablar de Europa, pero sobre todo hemos querido escuchar. Hemos oído propuestas, quejas, opiniones e inquietudes y hemos constatado que el debate está vivo y que hay ganas de saber, de conocer y de contrastar puntos de vista sobre lo que es y lo que debería ser la UE. «Si no os gusta Europa tal y como es, mejoradla. Buscad la manera de hacerla más fuerte, interna y externamente, pero no le deis la espalda», dijo el presidente Barroso en su último discurso sobre el estado de la Unión. Hay, pues, que dar voz a los ciudadanos. Y si desde Barcelona estamos haciendo una gira para hablar de Europa por diferentes ciudades catalanas y baleares, desde Bruselas la vicepresidenta de la Comisión, Viviane Reding, y otros comisarios han recorrido Europa para mantener diálogos con los ciudadanos sobre qué Europa queremos para el futuro. Tras viajar por 50 ciudades de la UE, el próximo 23 de febrero Reding estará en Barcelona para hablar con los catalanes sobre el futuro de la Unión.

LA VICEPRESIDENTA llegará a Barcelona en un momento clave para Europa, cuando falten pocos meses para las elecciones europeas. El 2014 es un año importante para la UE, porque el Parlamento Europeo que saldrá de esas elecciones tendrá más poder que nunca. Por primera vez, los partidos nombran candidatos a presidente de la Comisión Europea. Es un cambio importante, que permitirá a los ciudadanos ir a votar sabiendo quiénes son los candidatos designados por los partidos para presidir el Ejecutivo comunitario.

Otorgar más poder al Parlamento quiere decir que los ciudadanos europeos tendrán más influencia, y su voz, más fuerza que nunca. Es por eso que ahora hay que hablar de Europa, discutir el futuro de la Unión y conocer a fondo cómo afectan las decisiones de Bruselas a nuestro día a día. El debate que haremos hoy en Barcelona nos dará esa oportunidad y será un adelanto interesante para el importante diálogo ciudadano que esperamos para febrero.