Análisis

Ilusiones

Neymar se lamenta de un error ante el Milan.

Neymar se lamenta de un error ante el Milan.

CÉSAR LUIS MENOTTI

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Establecer ilusiones es tan difícil en el fútbol como en el amor, igual sigue siendo apasionante. Me puedo preguntar qué me ilusiona en el fútbol de hoy, qué espero que pase, y para mantenerme en el tiempo actual me contesto, por ejemplo:

-Que el Borussia Dortmund no renuncie a su estilo bajo ninguna circunstancia, que mejore la idea en cada encuentro respaldando el talento y que siga buscando el mejor equilibrio, nunca renunciar a la idea.

-Que el Bayern Múnich alcance el funcionamiento del Barça de Pep Guardiola y que pueda repetir lo hecho ante el Manchester City.

-Que el Barça no escape de aquella obra de arte que logró Pep, que no se deje atrapar por la gran estupidez de lo previsible (el  talento no es previsible, por eso es que escucho a Paco de Lucía y no a cualquier famoso ruidoso, previsible, para eso no cuenten conmigo).

-Que el  Madrid, en calma, encuentre un equipo para defender y sostener su historia. Y si de grandeza se trata, pongan la foto de Alfredo Di Stéfano.

 

-Que el Arsenal alcance buenos resultados, la idea siempre está bien defendida.

-Que al Chelsea no solo le importe ganar sino también jugar bien, con dignidad y respeto.

-Que los equipos italianos refuercen los nuevos sueños del buen juego.

-Que el París Saint-Germain no sea solo un lugar de estrellas, sino un cielo para brillar juntos y en equipo.

Está la Champions League en un buen momento y, hasta hoy, lo que vimos nos ilusiona.

Nos encontramos ante equipos muy comprometidos con el juego y están los que sueñan con mucho compromiso en defender culturalmente su historia.

Es el fútbol un hecho cultural que tenemos que defender y en esta Champions se puede soñar con un fútbol para disfrutar. Equipos de primera línea se sostienen desde ese lugar: recordemos la última final entre el Bayern y el Dortmund. Faltan equipos que concreten su idea, pero ilusionarse como público en el fútbol, al igual que en el amor, es casi una obligación.

Encuentro, desde lo individual, mucho talento en sus diferentes formas. En lo colectivo hay equipos con más dudas que certezas. Están en la búsqueda de la eficacia por distintos caminos, buscan el resultado desde sus formas, con carácter, energía, también con algunas picardías al filo del reglamento. Pero están los otros, los que ilusionan, los que van no solo por el éxito sino que pretenden la gloria desde el talento creativo en torno a la figura superior que es el equipo.

Desde este lugar, hoy, el Borussia Dortmund es un ejemplo junto al Bayern Múnich. El Barcelona, en los últimos años, es un ejemplo de honorabilidad en toda competencia, defendiendo hasta su última actuación el honor de sostener la idea y compromiso con el público.