Análisis

Instantánea

ÀNGELS PONT

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El barómetro de otoño vuelve a situar a ERC en cabeza en unas elecciones catalanas, seguido de cerca por CiU. La novedad es el impulso hacia arriba de Ciutadans, que sería la tercera fuerza política del país por delante de ICV-EUiA, PSC y el PP. En relación con la encuesta del pasado mes de mayo, solo la fuerza de Albert Rivera y la CUP presentan tendencia al alza. Esquerra sigue por delante, pero modera la cuota electoral de entonces, mientras que CiU continúa retrocediendo. Los datos no hacen otra cosa que poner de relieve una vez más la delicada situación por la que pasa el país.

Los indicadores de situación siguen en estado crítico, tanto en lo que respecta a la percepción de la situación política como la económica. En la valoración del Govern, las críticas continúan siendo mayoritarias, aunque menores que en el mes de mayo. El president Artur Mas obtiene la peor valoración de la serie y se aleja del aprobado (hasta un 20% de los ciudadanos le ponen un cero). No hay ningún líder político que suscite la aprobación de la mayoría de encuestados o que concrete con un espacio amplio del electorado. Este clima de inestabilidad se superpone a un escenario acaparado por el debate soberanista que, sin duda, es el que más pesa a la hora de explicar los cambios que se prevén en el mapa electoral.

La poca unanimidad en los posicionamientos en torno a la independencia dibuja un escenario que, sea cual sea el desenlace, defraudará a una minoría grande. Si bien el 80% está de acuerdo con el referendo, poco más del 40% confía en que se acabe llevando a cabo en el 2014. Casi la mitad de los ciudadanos creen que hay alguna oportunidad para el entendimiento con el Estado español, pero una proporción similar ve la independencia como la única salida. Más de la mitad dice que estaría de acuerdo con la independencia, pero los resultados se invierten si esto significara la salida de la Unión Europea. No son datos nuevos, de hecho son similares a los de hace más de un año y son la expresión de las intensidades que se esconden detrás de cada respuesta. Más de un 15% de los catalanes cambian de opinión si se pregunta por la independencia dentro o fuera de la Unión Europea. Esto seguramente no sería tan importante si no cambiara la mayoría, pero la invierte.

¿Cuántos y cuáles son los matices que hay entre el  y el no a la independencia? El debate sigue y la expresión de su dirección se simboliza en el crecimiento de Esquerra y Ciutadans. Con todo, hay cierta cautela en las interpretaciones, ya que los afectos son débiles y están sujetos a un fuerte estrés, las cuestiones que más preocupan tienen carácter variado y la actualidad política y mediática es vivida de forma más instantánea que nunca.