En tiempo de descuento para la pregunta

"Si la formulación en base a la respuesta es compleja, el redactado de la pregunta es fundamental"

Alfred Bosch

Alfred Bosch / periodico

VERÓNICA FUMANAL

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Que el proceso soberanista está presente en la vida política catalana y española es un hecho. En ocasiones porque el debate territorial es pertinente y en otras, porque determinados actores se dedican a meterlo con calzador para que continúe protagonizando la agenda política. Este es el propósito fundamental de los diputados de ERC en el Congreso de los Diputados, que debate a debate parlamentario cuelan el mensaje independentista, independientemente del tema que se trate. Así lo hizo Alfred Bosch en el debate sobre presupuestos que ha tenido lugar esta semana, anunciado que la pregunta en la hipotética consulta “sería algo así como: ¿Está usted a favor de la independencia de Catalunya?”.

“Sería algo así como”, esta expresión le resta importancia al redactado de la pregunta, cuando es una cuestión fundamental, no solo para conseguir el posible consenso entre los partidos políticos que están a favor de llevar a cabo la consulta, sino porque determinará el resultado final.

La formulación de las preguntas condiciona absolutamente el resultado; no es lo mismo formular una pregunta dicotómica --si, no, abstención-- como planteaba Josep Rull de CDC o una pregunta que tenga como respuesta diversas opciones territoriales, como plantearía UDC o el PSC. En el primer caso, la pregunta obliga a aquellos que apostarían por una propuesta federal a posicionarse en los extremos o a no tener voz; en el segundo caso, las opciones de la respuesta pueden desmotivar al electorado por la complejidad del planteamiento (les estamos pidiendo que estudien manuales de ciencia política).

Si la formulación en base a la respuesta es compleja, el redactado de la pregunta es fundamental. Los estudios de comportamiento electoral determinan que el entrevistado tiende a posicionarse del lado del 'sí', por lo tanto, el resultado de la consulta no sería el mismo si se planteara, como dice Bosch, “¿Está usted a favor de la independencia de Catalunya?” o si la pregunta fuera: ¿Está usted a favor de que Catalunya continúe siendo una comunidad autónoma de España? Para aquellos que les interese esta cuestión, recomiendo la película 'No' sobre el plebiscito nacional chileno de 1988.

Las incógnitas son infinitas en un proceso que es mucho más complejo de lo que parece. Las presiones por parte de aquellos que proclaman el “tenim pressa” no ayudan a aportar serenidad a un debate que está cambiando el mapa electoral catalán y el sistema de partidos. Según el pacto de gobernabilidad entre CiU y ERC la pregunta y la fecha estarán fijadas antes de acabar el año. Si cumplen el acuerdo quedan dos meses para hacer una propuesta pactada entre los dos socios y poderla consensuar con el resto de formaciones, que con diversos matices, están a favor de la consulta. Estamos en tiempo de descuento, esperemos que este proceso no sea un saldo.