'I love' Masterchef

final de Masterchef, con Adrià

final de Masterchef, con Adrià / periodico

Raül Blanco Díaz

Raül Blanco Díaz

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

No me gustan los 'reality shows'. En general, cuando miro la televisión, una vez vistas las noticias, me gustan más la ficción o los deportes, pero últimamente me fascinan 2 programas que bordean el reality show:Masterchefy Pesadilla en la Cocina.

n Masterchef lo que cuenta es el trabajo tanto individual como en equipo, la progresión personal, la excelencia y el buen gusto. Y es aquí donde reside el espectáculo, conducido eficazmente por un jurado ecuánime y profesional, que siempre sabe cuando hay que reír y rebajar tensión, y cuando presionar para que los concursantes den lo mejor de sí mismos.

El segundo caso es el dePesadilla en la Cocina. Me aficioné al programa por la versión americana del chefGordon Ramsay y, más tarde, también en la versión española deAlberto Chicote. Los mejores episodios son verdaderos casos prácticos de gestión empresarial. Quizá las escuelas de negocios considerarán que no tienen el glamour suficiente, pero tienen todos los ingredientes.

El punto de partida siempre es un restaurante que va mal. Llega elchef y comienza a investigar. Primero prueba los platos. Luego entra en la cocina y observa un día de servicio. Y a partir de ahí empiezan a emerger los problemas: dueños que no pasan ni 2 horas en el local, cocineros que hacen lo que quieren, suciedad escondida, falta de comunicación entre la cocina y el comedor, etc. Una vez hecho el diagnóstico, el chef interviene. Pone orden donde sea necesario y ejerce de tutor (ahora llamado coach), llegando muchas veces a ir a la raíz personal o familiar de los problemas. La versión americana supera a la española en el aspecto del coaching y la inteligencia emocional, pero Chicote está mejorando mucho la segunda temporada.

En todos los casos se repite la misma receta para el éxito: el trabajo (cantidad de horas), las ganas (calidad de las horas), la formación y el equipo.

Como curiosidad para reflexionar, en los restaurantes americanos siempre hay el doble de plantilla que los españoles. Donde allí hay 5 cocineros, aquí apenas hay 1 y un ayudante. Aunque dudo sobre si la restauración española es más eficiente o bien simplemente ahorra en puestos de trabajo.

Finalmente, los 2 programas muestran cómo la alimentación y la gastronomía trenzan la economía y el territorio. En estos tiempos de convulsión y tensión, relaja ver como unas anchoas de Ondarribia, una coca de 'recapta' y unos huevos rotos pueden convivir en la misma mesa y ser elaborados indistintamente por un valenciano, una cordobesa o un navarro. O también ver cómo un cocinero que esconde la suciedad puede estar indistintamente en Rupit, en Huesca o Vigo.

Postpublicado en el portal de opinión50x7