Acabar con la pandemia

La violencia contra las mujeres está considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) un grave problema de salud pública de proporciones epidémicas. Según un informe publicado, el 35% de las mujeres del mundo sufren, o han sufrido, algún tipo de violencia.

El informe elaborado titulado 'Estimaciones mundiales y regionales de la violencia contra la mujer: prevalencia y efectos de la violencia conyugal y de la violencia sexual no conyugal en la salud' es el primer estudio con datos de todo el mundo y que establece la prevalencia de la violencia machista.

El compromiso de los gobiernos debe mostrarse de forma contundente con leyes contra la violencia machista y con el cumplimiento de las mismas. La sociedad debe mostrar su apuesta para erradicar este tipo de violencia que toma importancia de pandemia mundial y que ataca la vida, los derechos y el bienestar de las mujeres y su entorno. Hay que sensibilizar y actuar contra esta pandemia de forma urgente y acabar con situaciones que la toleren.

El informe de la OMS detalla "el impacto de la violencia sobre la salud física y mental de mujeres y niñas. Este impacto puede ir desde huesos rotos hasta complicaciones vinculadas a embarazos, problemas mentales y un deterioro en el funcionamiento social ". Así hay que informar, prevenir, atender, poner recursos y actuar en situaciones de violencia machista, una violencia, como demuestra el informe, mucho más habitual de lo que parece.

Los datos cercanos también nos lo demuestran. Según el Instituto Catalán de las Mujeres en 2012, murieron 12 mujeres en Catalunya, pero en 2013 ya sumamos tres. En España ya son 31 (y 57, durante el 2012). Más datos: según el Instituto Europeo de Estudios en Prevención, una de cada diez turistas entre 16 y 35 años son víctimas de acoso sexual.

En casa, en la calle, en el lugar de trabajo... las mujeres pueden sufrir violencia sexual, física y/o psicológica en cualquier lugar y por parte de personas conocidas y/o desconocidas. Si añadimos a este hecho, ya de por sí muy preocupante, los datos que, de forma sistemática, ha analizado y presenta la OMS las conclusiones son claras: hay un compromiso político y social para acabar con la pandemia, aplicando las leyes existentes, desarrollando recursos y previniendo las situaciones de violencia. Afirmar que la violencia afecta a un 35% de la mitad de la población es, o debería ser, un motor para poner en el centro las políticas para erradicarla.

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