tú y yo somos tres

La baronesa también sufre

FERRAN MONEGAL

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Hace pocos meses, en julio del 2012,Tita Cervera, baronesaThyssen, vendió en la casa de subastas Christie's una de las piezas más preciadas de su colosal pinacoteca:La esclusa, deJohn Constable. Le dieron por ella 28 millones de euros. Su marido, el difunto barónThyssen, la había comprado casi 30 años antes por ocho millones de dólares. Esta operación, que motivó la sonora dimisión desirNorman Rosenthalcomo patrono de la fundaciónThyssen-Bornemisza(«esta venta representa una vergüenza moral por parte de todos los involucrados, sobre todo por parte de Tita»), fue justificada porTita Cerveracon una frase escueta pero intensa:«Necesito el dinero porque no tengo liquidez». O sea, que la señora baronesa también sufre estrecheces económicas. Esta declaración, y esta venta del famoso cuadro, más una noticia reciente según la cual un tribunal ha resuelto queBorja, el hijo deTita, tiene derecho a saber en qué situación está la fortuna de la que él también es heredero, todo esto -les decía- es lo que seguramente ha motivado alEquipo de investigaciónque presentaGlòria Serra (La Sexta) a realizar un completo informe de la situación económica de esta dama tan famosa. Les ha salido un trabajo luminoso. El museo de Madrid, y lo que contiene, sobrepasa los 700 millones de euros. Los inmuebles -las mansiones de La Moraleja y de Marbella, el palacete de Pedralbes, la torre de Sant Feliu de Guíxols, y la fabulosa Villa Favorita de Lugano- parece que añaden otros 100 millones. Y de su extraordinaria colección de joyas, el programa nos resaltó ese colosal pedrusco que a veces luce colgado de su cuello, el diamanteLa estrella de la paz, valorado en otros seis millones de euros; al margen de un parque automovilístico fantástico (Rolls Royce, Porsche, 16 Mercedes...) y del yateMata-Mua, que es tremendo. Hombre, nos ha tranquilizado mucho este trabajo. El sufrimiento económico deTitaparece que no es de una gravedad extrema. Y más cuando el programa sacó a un experto en ingeniería financiera que advirtió:«Las sociedades de la baronesa acaban siempre en paraísos fiscales, por ejemplo en Vaduz, Liechtenstein».

A la vista de este reportaje no es extraño que nuestra admirada baronesa figure en la lista de evasores que ha realizado el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación. Cabe ahora comprender a su hijoBorja. Le debe decir continuamente: «Mami, ¿y de lo mío, qué?».