ANTOLOGÍA DE SANDECES POLÍTICAS

La ministra del aquí te pillo, pero no te Mato

"La carrera política de Mato no habría sido la que es de no haberse fijado en ella Aznar, quien, en 1987, ofreció al matrimonio Sepúlveda-Mato irse con él a Valladolid"

El ex de Ana Mato, Jesús Sepúlveda, a su llegada a la Audiencia Nacional, este miércoles.

El ex de Ana Mato, Jesús Sepúlveda, a su llegada a la Audiencia Nacional, este miércoles. / periodico

Ángel Sánchez de la Fuente

Ángel Sánchez de la Fuente

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Si el PP estuviese en la oposición y se encontrara con el caso de una ministra socialista salpicada por el pago de cuantiosos regalos (fiestas familiares, obsequios de marca, viajes, etcétera) por parte de una red corrupta, habría mordido la yugular del PSOE hasta el degüello final. Pero ha sucedido que la ministra es del PP, y la oposición de Pérez Rubalcaba lo más que tiene es dentadura postiza. Por eso, la ministra en cuestión, Ana Mato, continúa en el Gobierno después de negar las acusaciones y de ser defendida y elogiada por su presidente. "Una de mis obligaciones --dijo Rajoy-- es ser justo y creo que manteniendo la confianza en la ministra soy justo, porque ella lo merece".

Al margen del escándalo de la 'red Gürtel', que involucra a Mato y a su exmarido Jesús Sepúlveda, la pregunta es si este país se merece a una ministra como la actual titular de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, quien en mayo de 2012, medio año después de tomar posesión, se expresaba así en una disparatada rueda de prensa: "Luego hemos quitado también una cartera que llamamos cartera común suplementaria que la adjunto si me lo permiten con la cartera accesoria. Ahí estarían pues las prestaciones farmacéuticas, las terope... tripe... teroperapéuticas, ehh... Me he equivocado en la, en el nombre, y poner en valor lo que tiene mucho en valor, porque no hay cosa que tenga más valor que una medicina que cura enfermedades. Hemos adoptado una medida que ya estaba adoptada. Lo más importante, que por primera vez los parados sin prestación parlamentaria, que... perdón sin presta, sin... sin pre... presta, sin prestación, sin prestación por desempleo, perdón..."

Ana quiso "estudiar para portavoz"

Sin duda, Mato no tenía su mejor día cuando celebró aquella rueda de prensa en la que pareció emular al mismísimo Cantinflas, pero es que con la de años que lleva en esto de la política podía haber aprendido a hablar. El viejo zorro y ponente constitucional Herrero de Miñón ha explicado cómo una Mato muy joven, que entonces estaba en los albores de su carrera política, le llegó a confesar que le gustaría "estudiar para portavoz". Para portavoz parlamentaria, lógicamente. O sea, que ya apuntaba alto al poco tiempo de estrenarse en Alianza Popular, en donde entró de la mano de su profesor de Ciencias Políticas Jorge Verstrynge (la vida te da sorpresas). ¿Qué ciencia política le enseñaron o aprendió ella? Un dato significativo puede ser su opinión de que Franco forma parte de la historia de España pasada, para, a renglón pasado, concluir: "Yo he respirado democracia desde que era niña". ¿Con qué rigor puede decir esto si ella tenía ya 16 años cuando murió Franco? ¿O es que la joven Ana, hija de un militar marino de guerra, tenía unos pulmones compatibles con la asfixia de la dictadura?

Con todo, la carrera política de Mato no habría sido la que es de no haberse fijado en ella Aznar, quien, en 1987, ofreció al matrimonio Sepúlveda-Mato irse con él a Valladolid, sede de la presidencia de la autonomía de Castilla y León. Jamás olvidó Aznar que Ana --a la que había conocido cuatro años antes en el departamento de autonomías de AP-- fuese capaz de marcharse de Madrid con su primer hijo de tan solo unos meses y decirle sí al ven y sígueme . Ella trabajó como subdirectora del gabinete presidencial y Sepúlveda se encargó de la gerencia del PP regional (otro gerente pepero famoso, con el paso del tiempo). La amistad entre Aznar y los Sepúlveda-Mato llegó a ser tan intensa que aquel fue padrino en el bautizo de una hija de la pareja.

Ambos se vincularon al PP de por vida: Sepúlveda, además de perpetuo empleado en plantilla, fue senador por Murcia, secretario del área electoral y alcalde de Pozuelo de Alarcón, cargo que hubo de abandonar cuando en 2009 fue imputado por el juez Garzón, que le acusó de haber recibido un coche Jaguar que presuntamente le habría regalado Francisco Correa, el jefe de la 'red Gürtel' (que en alemán significa eso: correa).

Ana no cree ser "la niña mimada de Aznar"

En 1993, consciente de que algunos de sus correligionarios la tenían por una enchufada de su líder, Mato se descolgó con su proverbial talante naíf: "No creo ser la niña mimada de Aznar. Sí es cierto que llevo mucho tiempo trabajando con él. Son ya 10 años y sigo todavía a su lado". En las elecciones de la gran mayoría absoluta del PP (año 2000), Mato fue nada menos que la cuarta en la lista por Madrid (tras Aznar, Rato y Arias-Salgado). Pero es que con Rajoy de primer candidato en 2008 fue la tercera, después del propio Rajoy y del efímero Manuel Pizarro (entre 2004 y 2008 fue eurodiputada). De no haber sufrido el desgaste de 'Gürtel', ¿quién dudaría de que esta fiel dama conservadora y simpatizante del Opus Dei podría optar a la presidencia de la autonomía o incluso a la alcaldía de Madrid? ¿Hemos dicho conservadora? "Yo me definiría como progresista. Yo no estoy a la derecha del partido, y sí, soy liberal", declaró en febrero de 1999. Poco antes había sentenciado: "La dicotomía entre izquierda y derecha es difícil de explicar hoy. La gente está ahora en el centro".

Ana y "los niños andaluces analfabetos"

La autotitulada centrista y progresista protagonizó en la campaña electoral del 2008 una de las pifias más grandes que se le recuerdan: "Los niños andaluces son prácticamente analfabetos [...] Es que Chaves no ha hecho nada por la educación. Parece que le guste y quiere que estén así". Se vio obligada a rectificar y lo hizo garbanceramente: "No he querido decir que los niños analfabetos son andaluces, porque todo el mundo sabe que hoy en día, en el siglo XXI, no hay analfabetos en España". Más sutil se mostró cuando, nada más debutar como ministra, calificó de "violencia en el entorno familiar" el asesinato de una mujer a manos de su pareja, lo que inducía a pensar que la denominada violencia de género o machista puede que sea una exageración feminista perfectamente evitable. Acerca de la ley de dependencia que impulsó Rodríguez Zapatero, Mato no tuvo ningún escrúpulo en motejarla de "ineficaz e ineficiente y, además, inviable". Y,en cuanto al aborto, dejó caer que era "la hora de que aquellas mujeres que quieren ser madres no dejen de serlo por presiones". ¿Ha habido algún Gobierno socialista que presionara a las mujeres españolas a abortar?

Después de haber repasado determinados aspectos de la triunfal biografía política de esta mujer, que actualmente es vicesecretaria general del PP, cabe preguntarse si es una presa fácil o no para ser destituida o para forzar su dimisión. Todo indica que será el exmarido quien apechugará con los cohechos, pese a que los bienes gananciales que compartía con su exmujer perduraron hasta 2005, y los delitos imputados abarcan de 2000 a 2004. La suerte parece estar echada: Sepúlveda, excónyuge de Mato, aquí te pillo y aquí te ídem.

Magdalena Álvarez, otro ejemplo de ministra oradora

Que Ana Mato no es un ejemplo único de una oratoria extraordinaria (fuera de lo ordinario), lo podemos encontrar en la que fuera ministra socialista de Fomento Magdalena Álvarez. Además de quedarse con el auditorio diciendo cosas como lo de "antes 'partía' que 'doblá'", la política malagueña dejó atónitos y atónitas a cuantos asistieron a la rueda de prensa que celebró el 27 de enero del 2009 para explicar el caos vivido en el aeropuerto madrileño de Barajas. Véase un párrafo a lo 'Bienvenido, mister Marshall': "Si la borrasca cambió de una forma impredecible, no la pueden predecir. Pero si no la predicen los que la tienen que predecir, ¿cómo piensan ustedes que la vamos a predecir aquellos que estamos esperando la predicción?" Y véase este otro preñado de ternura: "Antes de saber los problemas [de la borrasca] estaba entusiasmada con la nevada; me pareció preciosa".

Un año y pico antes, al sentirse acosada por la oposición a causa de la crisis de infraestructuras ferroviarias en Barcelona, Magdalena ('Mandatela', según la bautizaron los andaluces por lo mucho que mandaba cuando era consejera de la Junta de Andalucía) dejó ir otra de sus sentencias: "No me voy a ir; correr es de cobardes y los que piden que me vaya, seguramente es lo que ellos harían".

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