LOS ESCÁNDALOS DE CORRUPCIÓN

Bárcenas noquea a Rajoy en su Watergate

"Tras este escándalo, son imprescindibles nuevas elecciones para que los ciudadanos emitan su veredicto"

Dolores de Cospedal, Mariano Rajoy, Javier Arenas y Esteban González Pons, durante el comité nacional del PP, el lunes.

Dolores de Cospedal, Mariano Rajoy, Javier Arenas y Esteban González Pons, durante el comité nacional del PP, el lunes. / SP/TJ

Carlos Carnicero

Carlos Carnicero

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Los papeles deBárcenas tienen una dimensión solo comparable al'caso Watergate'.Recordemos queRichard Nixon tuvo que abandonar nada menos que la presidencia de Estados Unidos. Tuvo que dimitir y fue expulsado del Colegio de Abogados por el 'Watergate'. ¿Qué ocurrirá en España conMariano Rajoy? ¿Puede mantenerse la situación del presidente del PP y del Gobierno sin aclarar exhaustivamente las sospechas que penden sobre él? Y, por último, ¿la justicia puede cerrar los ojos ante este hedor a corrupción que impregna a casi la totalidad del partido en el Gobierno?

Convendría que pusiéramos la información que poseemos hasta ahora en su contexto, con la sensación de que las revelaciones de este caso no han terminado ni mucho menos. Y dando por supuesto que estos hechos no están probados judicialmente y que se trata de presunciones y no de hechos probados.

Primera: hay indicios suficientes para creer que durante muchos años, el PP ha tenido dos contabilidades. La oficial, que se presentaba, como es preceptivo, alTribunal de Cuentas,y otra oculta, en el argot contable, caja B.

Segunda: grandes empresas ligadas a la construcción hicieron donaciones alPartido Populardurante todos estos años. Y también personajes vinculados e imputados en la 'trama Gürtel'. Las empresas que aparecen especificadas en los apuntes de Bárcenas son:Sacyr Vallehermoso, OHL, FCC Construcción, Mercadona y además, los imputados en la'trama Gürtel' Pablo Crespo, Francisco Correa, Alfonso García Pozuelo y Juan Cotino.

Varias consideraciones sobre este apartado segundo:

El boom de la construcción y la burbuja inmobiliaria están en el origen de la actual crisis económica y la pérdida de la vivienda de muchos desahuciados. También en el caos de las cajas de ahorros, gobernadas en la mayoría de los casos por personajes vinculados directamente a los partidos políticos. Esa explosión de la burbuja ha generado que se hayan inyectado miles de millones de euros de dinero público, respaldado con la garantía de los impuestos de los ciudadanos.

¿Qué recibieron a cambio de esas jugosas donaciones estas empresas de las instituciones gobernadas por el PP?

Habría que revisar los contratos de estas empresas y las recalificaciones obtenidas para establecer una conexión entre dinero donado y favores recibidos.

Lo que sabemos hasta ahora, conecta directamente con los cabecillas de la'trama Gürtel'con la financiación del PP. Materia para la fiscalía anticorrupción, sin ninguna duda.

De dónde salía el dinero

Tercero: la casi totalidad de la cúpula del PP desde la época en la queJosé María Aznarera todavía presidente, recibieron sobresueldos del tesorero Bárcenas provenientes de esas donaciones de empresas constructoras e implicados en 'Gürtel'. ¿Nunca preguntaron de dónde salía ese dinero?

Si no aparecen esos pagos en la contabilidad oficial del PP remitida al Tribunal de Cuentas, era dinero negro en su origen. Y si los receptores de ese dinero lo declararon a Hacienda, tendrían que haber hecho constar la empresa o institución que se le abonaba. Una ecuación muy complicada que dudo de que se produjera.

Si ocurre el supuesto más grave, que Rajoy y sus compañeros no hubieran declarado esos ingresos, habría además, una infracción legal por falta de declaración fiscal de las cantidades percibidas.

Pero aun en el caso de haber hecho declaración fiscal de esos ingresos, la responsabilidad política por haber recibido un dinero que la empresa o entidad que les pagó no declaró ante el Tribunal de Cuentas, sería exigible independientemente de que no hubiera responsabilidad fiscal.

Los dirigentes del PP, desdeMariano Rajoy hasta el resto de la cúpula, han ocultado o mentido sobre esa percepción de ingresos a la opinión pública. Hasta ahora, el único que ha reconocido haber recibido dinero, en forma de préstamo, es el presidente del Senado, Pío García-Escudero, que ha abierto una vía de agua en las cerradas sentinas del Partido Popular.

Cuarto: hay asuntos que son inaplazables. En primer lugar, declaración formal y pública de los dirigentes denunciados en los papeles de Bárcenas de si recibieron o no esos sobresueldos.

Saber si las donaciones de estas empresas cumplieron con la legislación de financiación de partidos. En cuyo caso debieran constar ante el Tribunal de Cuentas.

Hay que aclarar que según la legislación tributaria española, los dineros recibidos genéricamente como "gastos de representación" tienen que ser añadidos a los ingresos del IRPF para computar conjuntamente en la declaración de Hacienda. Luego, en algunos casos, mediante facturas concretas de esos gastos, podrían desgravarse como gastos profesionales.

El ofendido que es culpable

Resumen: La situación deRajoy es insostenible, y con ella la de los miembros de la dirección del PP que están inmersos en la misma sospecha.

La reacción del ofendido que es culpable es un clásico en la literatura. Poner cara de ofendido y querellarse contra el mensajero no hace sino aumentar el estado de sospecha.

Si hubo dinero donado legal o ilegalmente al PP y alguien lo dispuso a su antojo, como sería según se deduce de la actitud de los dirigentes del PP, lo exigible es que se querellen contra el acusador Luis Bárcenas.

Esto no tiene vuelta atrás. No hay tiempo que transcurra lo suficiente como para enterrar este escándalo.

Mariano Rajoy, como Richard Nixon, tendrá quedimitir y convocarnuevas elecciones. O en el peor de los casos para él, tendrá que declarar como imputado en sede judicial para responder de estos hechos ante la justicia.

La actual situación delpresidente del Gobierno, su falta de popularidad y su incumplimiento manifiesto del programa electoral debieran haberse concretado en una moción de censura (aunque no dieran los números) o en la convocatoria de elecciones anticipadas. Con este escándalo, nuevas elecciones son imprescindibles para que los ciudadanos emitan su veredicto.

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