Badalona: un nuevo mandato en el mandato

ORIOL LLADÓ

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Elgobiernodel PP enBadalona, paralizado y paralizante, discutido y discutible, llega a 2013 con la sombra de la sospecha proyectada por diferentes denuncias y acusaciones de corrupción, mientras la posibilidad de una moción de censura gana peso. 

Ciertamente, lasituaciónes insostenibleen una ciudad como Badalona, donde llueve sobre mojado y donde la crisis se ceba con especial virulencia. La ciudad, que cuenta con tanta gente comprometida y con tantas iniciativas en positivo, no ha logrado romper su 'mala imagen', metáfora de una ciudad que, pasados más de 30 años de la recuperación de la democracia, sigue sin terminar de encontrar su sitio.

Desde mayo del 2011, cuando elPPrecibió26.890 votosy el resto de fuerzas que ahora podrían articular laalternativa 43.484, la ciudadanía ha vivido al menos 5 fases: tristeza, perplejidad, indignación, compromiso y ahora unaprecaria esperanza. Esperanza, sí, a pesar de todo. Los tres partidos de la oposición PSC (9), CiU (4) e ICV-EUiA (3) han puesto manos a la obra, aunque sin abordar por el momento, el auténtico 'quid' del proceso de cambio.Quiendebe ostentar laalcaldía?

En todo caso, y previo a esta decisión (que pese a todo, habrá que tomar), ahora es el momento de empezar a construir una propuesta que necesariamente deberá ser de reinvención. El retoplanteado por la moción es enorme, pero nos equivocaremos si lo planteamos como un simple cambio de sillas. Mientras aquí discutimos sobre las obras irregulares en la cocina de un cargo de confianza, enL'Hospitaletse postulan como elBrooklynde Catalunya.

Por otro lado, pasan inexplicablemente desapercibidas las noticias de nuevos descubrimientos en nuestro particular Sylicon Valley de la salud, los centros de investigación vinculados con elHospital Germans Trias i Pujol, Can Ruti. Ya es hora de que la ciudad deje de mirarse el ombligo.

En el actual contexto de crisis, Badalona debe reivindicarse como lo que es. Debe ejercer (porque puede, no lo olvidemos) una de las (principales) capitalidadesdel área metropolitana,pieza claveen el que esperamos pronto sea un nuevo estado en Europa. Para ello dispone de excelentes servicios, de una buena oferta cultural y científica, tiene centralidad, diversidad y un, sin embargo, envidiado activismo ciudadano y una terca voluntad de ser. Elementos positivos, a pesar del durísimo contexto.

Saldremos de esta? Creo que sí. Me parece imprescindible, de todos modos, tener en cuenta las siguientes consideraciones:

1. El pacto debe desbordar el propio pacto. A los tres partidos de la oposición corresponde su impulso, pero esto sólo saldrá bien si consiguen crear un marco de trabajo y participación más amplio que al menos debe incluirERCy laCUP(que comparten la idea de una ciudad inclusiva y respetuosa con la diversidad), así como las entidades y las (por suerte) emergentes redes ciudadanas.

2. El pacto debe ir más allá del propio mandato y trazar las líneas básicas de la ciudad por lo menos a 6 años vista, recuperando el espíritu de aquellas mesas de partido y sectoriales habituales durante laTransición. El proyecto puesto en marcha debe tener continuidad el próximo mandato y hay que asegurar que habrá una alternativa factible al día siguiente de las próximas elecciones (2015).

3. El pacto debe ser más que un frente común contra el PP. El nuevo proyecto de ciudad no es una 'respuesta a', es una 'propuesta por'. Sólo la suma de proyecto + novedad + futuro podrá vencer la previsible pulsión victimista del PP tras la moción de censura.

4. El pacto debe saber ir más allá de la 'vieja política'. Mal vamos si el nuevo gobierno pretende responder al reto con más de lo mismo, bien sea con una leve pátina de pintura. Hay más imaginación, más cogestión, más transparencia, más ambición, más capacidad, más reconocimiento, más valentía ... y finalmente,más compromisocon un nuevo país ... un nuevo país que Badalona debe ayudar a garantizar que será para todos.