Pequeño observatorio

El higiénico regreso de 'Sí, ministre'

JOSEP MARIA ESPINÀS

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Leo en un rincón de una página que uno de estos días volverá a las pantallas de televisión británicas una nueva serie deSí, ministre. Yo era un admirador de esas películas cortas de situación, con sir Humprey y otros personajes representativos de la política británica. El humor y la sátira eran excelentes. EnPolònia,de TV-3, haygagsacertados, pero siempre basados en la gesticulación latina y en la voluntad de cambiar la realidad.

El antiguoSí, ministrebuscaba, más que caricaturas y risas, obtener la complicidad y las sonrisas de los espectadores británicos. Consiguió un gran éxito, y aquí también, porque hay partidarios de los diversos géneros de humor. La serie británica no tenía un formato escandaloso, al contrario. La crítica a los mecanismos de la política se basaba sobre todo en los diálogos, en sutiles conversaciones maliciosas de los personajes alrededor de una taza de té, en sobrentendidos compartidos.

AquellosSí, ministre eran, al parecer, un producto de hace unos 30 años, y no sé si en la nueva versión, y con diferentes protagonistas, se mantendrá el estilo y la intención de aquella serie. Espero que sí, porque pienso que se trata de un «clásico» británico. Pero no solo británico. Porque además de las maniobras políticas más descaradas, en España también se practican las fórmulas más sutiles de combinaciones corruptas y de iniciativas basadas en intereses personales y de grupo. Las operaciones de favores y las confabulaciones que el antiguoSí, ministrenos presentaba con discreta malicia. ¿Tendremos en la nueva serie una dosis de desvergüenza? Me gustaría que no fuera así, que las nuevas ediciones de aquel inteligente programa conservaran el estilo elegante que ha caracterizado a muchos tramposos de nuestra sociedad. Y cuando digo «nuestra» pienso que aquí también hemos tenido «listillos» inteligentes y discretos. No como ahora, que algunos autores de escandalosos abusos tienen tan poca categoría que sus nombres salen en los periódicos.