ESTRATEGIAS OBLICUAS

Que recorten las pensiones (privadas)

IGNACIO ESCOLAR

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Si el Gobierno quiere cumplir con el déficit y no sabe de dónde sacar más dinero, aquí va una propuesta: que recorten las pensiones. No hablo de las pensiones públicas, que esas ya están entre las más bajas de Europa. Me refiero a esa desgravación fiscal con la que el sector público subvenciona los planes de pensiones privados y, ya de paso, a los bancos y a los fondos de inversión. No es poco dinero: hablamos de unos 2.000 millones de euros solo este año. Por comparar, la congelación de las pensiones públicas que decretóRodríguez Zapatero ahorró 1.500 millones.

En teoría, esta desgravación está pensada para favorecer el ahorro y permite deducir hasta 10.000 euros cada año en la declaración de la renta. En la práctica, el ahorro es solo para quien se lo puede permitir y la bonificación fiscal es mayor cuanto mayor es la renta: cuanto más dinero ganas, más dinero te pone en el bolsillo el Estado con esta deducción. Con el actual modelo fiscal, un trabajador que cobre 17.000 euros anuales ¿por ahí anda la media española¿ y heroicamente logre guardar 10.000 euros para su plan de pensiones, se ahorraría unos 2.000 euros en su declaración de la renta correspondiente a este año. Con la misma inversión y un sueldo de 60.000 euros anuales, el ahorro superaría los 4.000 euros. Y si gana más de 300.000 euros anuales, esos 10.000 euros le rentarán unos 5.200 euros en el IRPF: más de la mitad de su inversión en un plan de pensiones le saldrá gratis.

Regresivo e ineficaz

Con este sistema tan regresivo, no sorprende nada contemplar cómo se reparten después esos 2.000 millones de euros que el Estado deja de ingresar por esta deducción fiscal. Aquellos contribuyentes que declaran ganar más de 33.000 euros al año --apenas un 15% del total-- se llevan el 80% de esta cantidad. Y casi la mitad de esos 2.000 millones van a parar a esa minoría de españoles que declaran más de 52.000 euros al año.

Pero esta deducción no solo es una mala idea por su reparto insolidario: también es ineficaz. Como la bonificación fiscal es tan alta, la mayoría de los planes de pensiones privados que ofrecen los bancos en España apenas son rentables. Es el Estado quien hace atractivas estas inversiones que, sin el regalo fiscal, no tendrían ninguna salida comercial con su actual rentabilidad. Muy pocos invertirían en estos fondos de pensiones, de no ser por la desgravación. Indirectamente, buena parte del dinero de esta injusta deducción se convierte así en una ayuda a la banca y a los fondos de inversión. Tal vez esto explique por qué ningún Gobierno la ha querido recortar.