El futuro de Catalunya

Tanto monta, monta tanto...

Ni el PP ni el PSOE son capaces de entender que ya no se puede perpetuar un modelo inviable

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ERNEST
BENACH

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Hace unas semanas, en el debate del estado de la región celebrado en el Parlamento de Extremadura, el presidente de esta comunidad autónoma, José Antonio Monago,propuso, literalmente, un pacto a los grupos de la oposición para crear la unión extremeña que tendría como objetivo fundamental hacer un frente común contra el «pacto fiscal catalán». El interés de partido, que fue lo que provocó la presentación de esta iniciativa, fue la causa también de su muerte, y la propuesta de los populares extremeños fue derrotada en las votaciones finales del debate. En cualquier caso, como siempre, disparar contra Catalunya en determinados ámbitos sale gratis. Y rinde. Pero, ¿qué precio estamos pagando todos por esta grave irresponsabilidad?

TrasMonago,le tocó el turno a otroJosé Antonio,en este caso el presidente de Andalucía,Griñán,que a pesar de ser el presidente de la Junta de Andalucía, llevaba puesta la gorra de presidente del PSOE.

EL MENSAJE ERA claro, no apoyar a ninguna autonomía que quiera progresar a costa de Andalucía, y la defensa de la España de la igualdad sin privilegios.Griñán, quizá más pulido queMonagopero igual de contundente, no citó el nombre de Catalunya en ningún momento, pero quedaba claro quién era el destinatario final de sus mensajes.

Volvemos a situarnos en el entorno de la irresponsabilidad. Haciendo un ejercicio de simplificación la cuestión es obvia, según los principales líderes del PSOE en Andalucía y del PP en Extremadura, es necesario que se les garanticen las prestaciones que históricamente, y muy especialmente en épocas de bonanza, han disfrutado. Y las han disfrutado en muy buena parte gracias a la aportación que Catalunya hacía a las arcas del Estado. Y los extremeños y andaluces que a lo largo de los años se han integrado en Catalunya, y que ahora son también catalanes, han colaborado como los que más.

¿Qué derecho tienen pues los catalanes, hayan nacido donde hayan nacido, en relación a lo que pagan, y a lo que reciben? Es duro, pero en menos de 140 caracteres (lenguaje Twitter) queda resumido: Catalunya representa el 16% de la población de España, genera el 20% de la riqueza, paga el 24% de impuestos y recibe del Estado menos del 10%. Resumen que hace estremecer al tiempo que da mucho que pensar. Y todo ello en tiempos de una crisis que no tiene freno y que no es equiparable a ninguna otra que haya sucedido a lo largo de la historia. Las claves de esta crisis son bien diferentes, y las soluciones a la misma también.

Hace pocos días, el Parlament, con una mayoría más que amplia y más transversal de lo que algunos han querido interpretar, ha hecho una apuesta clara para un nuevo sistema de financiación, dígale pacto fiscal, concierto económico, que resuelva la injusticia que hasta ahora sufre el país. Es ahora cuando hay más sentido de país que nunca. Más Catalunya y menos partidos en definitiva. Pero eso ni ha sido, ni es, ni será nunca fácil. Por desgracia, hay demasiada gente que se enroca en posiciones que quizá a lo largo de la historia les han podido funcionar, pero que en el mundo que viene ya no tienen ningún tipo de futuro. Con su visión parcial, sesgada y que no contempla el futuro de una manera abierta están condicionando mucho más allá de sus estrictas competencias. Y a todo esto, el Estado que está más desorientado que nunca, que no reacciona, que es incapaz de plantear soluciones diferentes, y que tiene la actitud del capitán delTitanic,adopta una actitud chulesca, poco humilde, como si la cosa no fuera con él. Pero el barco se hunde, aunque la orquesta siga tocando. Y la orquesta precisamente se recrea en esa música que tanto gusta escuchar fuera de aquí y que siempre acaba despotricando de Catalunya. Pero el problema no es Catalunya, el problema es esta España incapaz de mirar más allá, de entender que el mundo ha cambiado, que es diferente y que ya no puede pretender perpetuar un modelo que no tiene ningún tipo de garantía de viabilidad.

EL ESTADO DE las autonomías, tal y como lo hemos entendido hasta hoy ya no da para más. Si no saben leer correctamente esta situación y plantear los escenarios de futuro adecuados, probablemente, de Catalunya no quedará otro remedio que mirar el futuro con ojos diferentes.

Qué curioso, lo que para algunos siempre ha sido un sueño, una utopía, para muchos acabará siendo la solución a sus problemas, la garantía del Estado del bienestar, y el poder tener unos mínimos planteamientos de futuro. Europa ha ofrecido una opción de rescate a España disimulada en el nombre y las formas. El Gobierno de España sigue equivocando las formas y el nombre a la hora de aplicar soluciones. Ya no es solo un problema de no cumplir las promesas electorales. Es de visión global, de saber hacia dónde va la sociedad y el mundo.

Los populares, anclados en el pasado, no son capaces de entender que la situación reclama nuevas fórmulas. Y los socialistas, me temo que tampoco. «Tanto monta, monta tanto, Griñán, como Monago». Parece que el único concierto que les interesa es el de la orquesta delTitanic.¡Eso es! Expresidente del Parlament.