El turno

El sueño de dar la vuelta al mundo

XAVIER
MORET

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Se extiende, sobre todo entre los jóvenes, la idea de cumplir ahora un sueño larvado durante largo tiempo: dar la vuelta al mundo. Ahora es el momento, dicen. Por culpa de la crisis no se crean puestos de trabajo y, antes que ir gastando poco a poco el dinero que nos queda, es mejor largarse a viajar por el mundo, para ver qué hay más allá, para ir al encuentro del otro. Por si fuera poco, hay quien ha hecho números y concluye que vivir un año en Barcelona sale por unos 14.000 euros, mientras que estar un año viajando cuesta unos 8.000. Depende de cómo viajes, claro, pero si estas cifras son ciertas, no hay duda de que la opción de la vuelta al mundo gana enteros. Este mes, el Club de Viatges ha organizado el segundo Congrés Bloggers Volta al Món en el que 28 ponentes han narrado sus experiencias de vuelta al mundo. Las tarifas Round the World (TRW) son el punto de partida ideal, con el billete One World Explorer como estrella, que cuenta con 800 destinos posibles. Otros, sin embargo, como mi amigo Josep Maria Romero, prefieren una vuelta al mundo más sosegada, sin aviones y sin límite de tiempo, embarcándose en cargueros, trenes o autobuses. Él tardó 14 meses y lo contó enSiempre el oeste (Altaïr).

Dar la vuelta al mundo es un sueño tentador, aunque conviene avisar de que también puede ser una experiencia costosa. Hace unos días, sin ir más lejos, andaba yo por la costa turca y me hablaron de una pareja, formada porCumhur Gökovay su esposa,Mayisa,que tardó 17 meses en completar la vuelta al mundo en velero. «El problema», reflexionabaCumhur, «es la burocracia. Nos hemos gastado 52.000 euros solo en este apartado». Es lo malo de dar la vuelta al mundo, que cuando la planeas nunca piensas en burocracias. Pero los malditos burócratas están en todas partes. Incluso en nuestros sueños.