Rajoy y el daltonismo político

Xavi Casinos

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La huida de Mariano Rajoy de los periodistas en el Senado es quizá la mejor imagen que ilustra la hoja de ruta del Gobierno en su batalla contra la crisis, pues resume esta especie de camarote de los Marx en el que un ministro anuncia una medida que es desautorizada casi de inmediato, o la historia de los Presupuestos más efímeros de la historia a los que se recortan 10.000 millones en sanidad y educación como quien dice nada más salir de las Cortes. Lo peor no es la huida en sí. Uno puede huir hacia adelante o en franca retirada. En cualquiera de los dos supuestos hay una dirección. Pero la huida de Rajoy es hacia donde sea con tal de no enfrentarse a las preguntas de la prensa.

Los estrategas y gurús en comunicación política están obsesionados en aquellas imágenes icónicas que quedan en la retina de los electores en los inicios de mandato y que la ciencia de la demoscopia asegura que son decisivos a la hora de afrontar la siguiente contienda electoral. Estas imágenes pueden ser de impacto positivo o negativo. Por ejemplo, la orden de retirada de las tropas de Irak fue un impacto positivo de Zapatero. La reunión de Carod con ETA en Perpiñán fue un pesado lastre para el tripartito. El Ejecutivo de Rajoy se está especializando en estas imágenes negativas, con el agravante de que acaban siendo casi editoriales. ¿Recuerdan a De Guindos, ministro de los Mercados --perdón, de Economía--, estrangulado por el jefe del Eurogrupo Junckers? Pues eso, Europa estrangulando a España. Y Rajoy, huyendo.

El Presidente se pasó la campaña electoral haciendo el gallego, esquivando respuestas y sin desvelar cuáles iban a ser las medidas que iba a acometer. Ya en el Gobierno parece decidido a seguir en esas y desautorizándose a sí mismo de lo poco que soltó en campaña. Dijo que no iba a subir impuestos, y el IRPF fue la primera en la frente. Dijo también que no cruzaría líneas rojas en sanidad y educación. ¿De qué color debe ser la línea de los 10.000 millones? Puede que simplemente estemos ante el descubrimiento del daltonismo aplicado a la política.