Enseñanzas de un accidente marítimo

'Costa Concordia': ¿el naufragio de Europa?

El lujo artificioso y efímero de un crucero es una metáfora de la falsa opulencia de antes de la crisis

'Costa Concordia': ¿el naufragio de Europa?_MEDIA_2

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JORDI
GARCÍA-SOLER

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Amenudo la realidad supera a la ficción. El trágico naufragio del cruceroCosta Concordiaante la pequeña isla italiana de Giglio enlaza con una ficción cinematográfica reciente, la de la que, por ahora, es la última película del veterano director franco-suizoJean-Luc Godard,Film socialisme. Y es que la primera parte de esta larga película fue rodada hace poco más de un año, en el 2010, precisamente a bordo delCosta Concordia.

Film socialismefue presentada en el Festival de Cannes del 2010, en la secciónUn certain regard. Como suele ocurrir desde hace tiempo con las obras deGodard,las reacciones queFilm socialisme provocó en Cannes fueron muy contradictorias: desde la exaltación entusiasta de unos pocos críticos hasta el desinterés total del resto. Y es que las obras deGodard hace ya muchos años que quedan lejos del gran impacto causado por su primer largometraje, aquel míticoÀ bout de souffle que hace más de medio siglo, en 1960, marcó el nacimiento de lanouvelle vague,el movimiento de renovación del cine francés en el queGodardcoincidió, entre otros, conFrançois Truffaut, Eric Rohmer, Claude ChabrolyJacques Rivette.

Con más de 80 años de edad y una producción que, entre largometrajes, cortometrajes, documentales y series, abarca ya cerca de un centenar de títulos, desde hace cerca de medio sigloGodard es un cineasta muy politizado.Film socialisme, la película rodada en parte a bordo delCosta Concordia,es un ejemplo. Lo son también otras películas suyas comoLa chinoise, Loin du Vietnam, Simpathy for the deviloPravda, por ejemplo.

Godardtiene una concepción «políticamente militante» del cine: «Algunas veces -ha dejado dicho-la lucha de clases es la lucha de una imagen contra una imagen y un sonido contra un sonido. En un filme es la lucha de una imagen contra un sonido y un sonido contra una imagen».Film socialismese inscribe en esta línea de cine políticamente militante, muy discursivo y siempre polémico. Con su lenguaje cinematográfico tan singular y característico, desconcertante, muy críptico y a menudo caótico,Godardse plantea una reflexión implacable sobre la actual decadencia de Europa.

Formalmente,Film socialisme es un documental, pero en realidad contiene muchos elementos de ficción y cuenta con la participación de diversos actores, entre otros la cantante estadounidensePatti Smithy el filósofo marxista francésAlain Badiou, que de hecho se autointerpretan.

Film socialisme se convierte en una profecía catastrofista sobre el final inexorable de Europa. La primera parte, la que, bajo el títuloCosas así, fue rodada a bordo delCosta Concordia,es un episodio que recoge imágenes de un crucero por el Mediterráneo hecho con este barco, durante el cual varios personajes -un policía de Moscú, un criminal de guerra, un filósofo francés, una cantante norteamericana, un embajador palestino y un exdoble agente- conversan entre ellos. Los otros dos episodios,Nuestra Europa-un par de niños que convocan a sus padres en un nocturno tribunal de su infancia y les pasan cuentas sobre la libertad, la igualdad y la fraternidad- yNuestras humanidades-una visita a media docena de lugares, entre ellos Barcelona, que son o han sido escenarios de leyendas verídicas o falsas-, completan los más de 100 minutos de la película.

Está claro que el naufragio delCosta Concordia no tiene nada que ver con el contenido del último filme deGodard.Pero no deja de ser curioso que este grave accidente marítimo, con toda su carga trágica de muertos, heridos y damnificados, y también con todos sus elementos de aparente incompetencia e insensibilidad, así como de solidaridad y sacrificio, haya ocurrido precisamente en el mismo barco a bordo del cualGodardiniciaba su largo y demoledor discurso sobre la actual decadencia de una Europa en crisis.

El mundo de los cruceros, hasta hace pocos años reservado solo a pasajeros acaudalados, es ahora un producto turístico de gran consumo. Lo es porque ahora hay unos grandes barcos que, como elCosta Concordia y otros, transportan miles y miles de pasajeros -más de 3.000, en este caso-, con gran numero de tripulantes -más 1.000, en este caso-, en gran parte trabajadores inmigrantes mal pagados. Todo el lujo artificioso y efímero de un gran crucero se convierte en una metáfora de la Europa falsamente opulenta de antes de la crisis. Y el reciente naufragio delCosta Concordia, con las aparentes muestras de incompetencia profesional e insensibilidad humana de su capitán, todos los esfuerzos hechos por muchos de sus tripulantes inmigrantes que hicieron posible el salvamento de muchos pasajeros, el lento e inexorable hundimiento del barco y sus previsibles consecuencias negativas para el medio ambiente y sobre todo para todas sus víctimas, enlaza con las palabras dichas por una joven pasajera a bordo del crucero en el filme deGodard:«Pobre Europa, no purificada, sino humillada por el sufrimiento». Periodista.