Mourinho, el inocente

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¿Las victorias tienen muchos padres y las derrotas solo uno¿. Así empezó y acabó Mourinho su rueda de prensa de ayer tras perder por enésima vez contra el Barça. Quiso dejar claro que él no fue el único responsable de la derrota, aunque muchos ya empiecen apuntarle directamente como el culpable de la situación.

Con esta frase condenó a algunos de sus jugadores. No es la primera vez que pone nombre y apellidos a alguno de sus futbolistas para justificar un mal partido.Un entrenador  jamás debería criticar a sus jugadores públicamente, ni responsabilizarlos de las derrotas. Ha de hacerlo en el vestuario. Ese es el lugar, no la sala de prensa.

El problema es que a Mourinho no le interesan los clubes para los que trabaja, su único interés es satisfacer su gran ego.  Por eso no duda en ¿disparar¿ a quien pase por allí para justificar sus derrotas. Eso sí, es incapaz de hacer autocrítica. Y sin autocrítica es imposible mejorar.Dirigir un grupo con estos métodos, por mucho que se venda que el vestuario está unido, genera desunión y crispación. Especialmente, cuando las cosas no van bien.

El liderazgo es responsabilidad, asumir errores- los tuyos y los de los demás, proteger a tu equipo, unir e imponer valores (educación, compañerismo, saber perder¿). Mourinho nunca lo ha hecho. Su modelo es el contario. Él siempre es inocente, siempre hay un factor externo que lo explica todo. Considera que vale todo para ganar, incluso las agresiones físicas, y tiene claro que el yo está por encima del nosotros. Así es complicado generar un buen ambiente de trabajo. Puede que gane algún título, pero el modelo que utiliza para conseguirlo es peligroso.En la sociedad actual se valora demasiado la victoria aunque sea perdiendo la ética y la educación por el camino.

Sorprende que el modelo de liderazgo de Mourinho se estudie en algunas escuelas de negocio como un referente. Si el modelo es Mourinho es evidente que hay algo que no va como debería ir. Por eso resulta incomprensible que se le proteja y se le justifique tanto y durante tanto tiempo. El fútbol y la sociedad necesitan otros modelos de liderazgo. Antagónicos al de Mourinho.