LOS SÁBADOS, CIENCIA

El entorno (no el del Barça)

Son numerosos los factores ambientales que modifican el riesgo de padecer una enfermedad

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MANEL ESTELLER

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Un hombre no es una isla. Dijo aquel que un hombre es él y sus circunstancias. Es lo que llamamos el entorno. No el famoso entorno del Barça, este es demasiado complicado de explicar a pesar de los avances en ciencias biomédicas y física cuántica. El entorno al que me refiero es el determinado por las condiciones físicas y químicas que rodean a los seres vivos. Es este ambiente el que muchas veces determina nuestro aspecto, nuestras enfermedades y la capacidad de ser exitosos evolutivamente como especie. ¿Cómo es aquel refrán? Ah, sí: al nacer tenemos la cara de nuestros padres y a los 50 años la cara que nos merecemos.

Pero pongamos un ejemplo en términos evolutivos y de selección natural: la historia de unas mariposas. Unas eran negras y otras eran blancas. Hace 100 años las mariposas blancas proliferaban alegremente mimetizadas contra las paredes inmaculadas de cal de un pequeño pueblo, mientras que las negras resaltaban en las paredes blancas y eran cazadas sin piedad. Se instalaron muchas fábricas en el pueblecito que ensuciaron las paredes blancas con un hollín negro, y ahora las mariposas blancas destacaban como Naranjito en la nieve. Los depredadores (humanos y no humanos) las exterminaron y ahora son las mariposas negras las que habitan y disfrutan de aquellas paredes sucias. Como una versión del meteorito de Yucatán eliminando los dinosaurios, pero a menor escala. El cuento sería también como una versión del refrán que expresa que mi suerte es tu desgracia. Lo que es bueno para las mariposas negras es malo para las blancas, y viceversa. En términos políticos lo dijo enigmáticamente el dictadorFrancoen la muerte deCarrero Blanco: «No hay mal que por bien no venga». Supervivencia biológica y política tampoco son tan diferentes.

Hay muchos factores ambientales que modifican nuestro riesgo de padecer una enfermedad. El cáncer de pulmón no existía en Europa hasta que se empezó a importar el tabaco de las Américas. El cáncer de pulmón no se veía en las mujeres hasta la introducción de la igualdad de derechos y deberes entre sexos y la entrada femenina en el hábito tabáquico. El cáncer de pulmón sube y subirá en Asia, y en China en particular, por una economía emergente que atrae a la industria tabacalera, especialmente cuando Europa y EEUU han sido valientes al establecer políticas antitabaco. Similares cambios de tendencia han experimentado el cáncer de vejiga (por donde se eliminan los tóxicos del tabaco) y de boca y garganta (la caverna donde reverberan los carcinógenos de los cigarrillos). Nuestro astro rey (olvidémonos deMessipor un momento, por favor), el Sol, es otro ejemplo. Muchos años atrás, los ingleses no tenían melanoma. Entonces abrieron unas colonias penitenciarias en una isla-continente inmensa, Australia, dominada por un sol de justicia, y ahora los australianos tienen mucho melanoma. Su piel rosada no estaba evolutivamente preparada para eso. Lo mismo sucede con los irlandeses. Décadas atrás, tener un melanoma en Irlanda era más extraño que ver Intereconomía en el Vall

d'Aran. Pero los irlandeses descubren la Costa Brava, salvan la economía catalana y se llevan de regreso a casa unas cuantas células con muchos billetes para el sorteo de la lotería del melanoma.

¿Y qué decir de la dieta? Muchos grupos étnicos subsaharianos no habían visto nunca un consumo alimentario copioso muy rico en grasas y se mantenían atléticos. Desde que la inhumanidad de la esclavitud les llevó a los nacientes EEUU, sus descendientes presentan muchas veces una obesidad mórbida porque evolutivamente su ADN aún no ha reaccionado a este cambio de calorías. Nuestro país también puede importarentorno. Por ejemplo, en cáncer de colon: se le considera asociado a ciertas conductas alimentarias y era poco frecuente en nuestra área, pero la introducción de unos hábitos dietéticos similares a los estadounidenses ha coincidido con un alza de la frecuencia de este tumor. Hay veces en que uno sospecha de la existencia de un factor ambiental, pero no puede terminar de filiarlo: sabemos que en Japón hay un relativamente menor riesgo de desarrollar cáncer de mama, pero las japonesas que emigran a EEUU acaban adquiriendo un riesgo similar al de las mujeres anglosajonas.

Los ejemplos citados reafirman la importancia de lo que nos rodea en nuestra salud. De ahí la relevancia de que nuestros gobernantes, desde la responsabilidad que les dan los ciudadanos, y nosotros mismos escuchemos lo que sobre exposición ambiental y riesgo de enfermedades nos dicen nuestros investigadores, como la gente del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental (Creal) del Parc de Recerca Biomèdica de Barcelona (PRBB), doctoresJosep M. AntóyManolis Kogevinas,entre otros; o del Área de Epidemiología, Prevención y Control del Cáncer del Institut Català d'Oncologia (ICO) como los doctoresXavier Bosch

(virus),Carlos Alberto González(alimentación) yAntonio Agudo (tabaco). ¡Mucha salud! Médico. Institut d'Investigació

Biomèdica de Bellvitge.