La equivocación de Rubalcaba

Pasadas casi 24 horas del debate entre los dos candidatos a la presidencia del Gobierno, una de las conclusiones más claras de su desenlace es que Alfredo Pérez Rubalcaba cometió el error de no aprovechar aquella gran audiencia --más de 12 millones de personas-- para hacer lo que José Luis Rodríguez Zapatero no hizo en estos dos últimos años. Tenía que explicar a la opinión pública que el Gobierno del que formaba parte tomó medidas que nunca figuraron en su programa electoral del 2008, que aprobó leyes, introdujo cambios, promovió reformas y aplicó recortes que iban contra sus ideales políticos. Que en mayo del 2010 se vio obligado por las circunstancias a dar esos pasos si quería alejar el peligro de que España siguiera el camino de Portugal, Irlanda y Grecia, y que además lo hizo sin el apoyo del resto de los partidos del Congreso. Aun y a sabiendas de que todo aquello tendría un coste electoral. No haberlo reconocido es un error grave porque todos los ciudadanos, en especial aquellos antiguos votantes que ahora se han alejado del PSOE, son conscientes de ello. El mismo día del debate televisivo Francia había anunciado su segundo plan de recortes y subidas de impuestos en apenas tres meses. No admitir lo que ha pasado es tanto como mentir, pero aceptarlo y explicarlo es ser valiente, y eso es vital en la política, sobre todo en momentos tan difíciles como estos. Tanto da que no le hubiera procurado votos, cosa que dudo. Pero lo verdaderamente importante es explicar a los españoles de una forma directa qué ha pasado y por qué ha pasado. Las razones de un estadista.