Las motos y el carril bus

Xavier Trias ha empezado a pespuntear desde la alcaldía de Barcelona un proyecto que reclamó reiteradamente cuando estaba en la oposición: que las motos puedan circular por el carril bus para que el tráfico gane en orden y fluidez. Como todas las cuestiones relacionadas con la circulación en una ciudad densa como Barcelona, el plan del equipo de gobierno generará polémica, pero hay una evidencia innegable: el uso masivo de los vehículos de dos ruedas -cerca de 300.000- alivia de forma notable la congestión del tráfico, por lo que no es ningún despropósito primarlos.

No solo es plenamente legítimo, sino obligado, reclamar que esta medida no vaya en detrimento de la maniobrabilidad y la puntualidad de los autobuses, porque la mejora del transporte público es una necesidad estratégica y sería temerario poner en riesgo el moderado avance en la concienciación ciudadana de que los medios colectivos son la opción adecuada en una gran conurbación. Pero ya ahora muchos motoristas hacen uso del carril bus (la prueba son las casi 2.000 multas por esa infracción en lo que llevamos de año) y, en líneas generales, el servicio de autobús no ha visto mermada su calidad. Por eso hay que dar un margen para comprobar si, como se intuye, las ventajas del plan en ciernes serán superiores a los inconvenientes. Con las cautelas necesarias, vale la pena probarlo, para lo que será preciso contar con la sensatez y la responsabilidad de los motoristas.