El turno

Cigarras y hormigas europeas

JAUME BADIA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cuando se reformaba el Estatut, el PP clamó contra todo y contra todos porque se le dejaba fuera del consenso. Se advirtió hasta la saciedad de que se estaba fracturando el espíritu constituyente y que eso tendría consecuencias graves a largo plazo. Era cierto: aquel momento fue clave, no solo en el alejamiento progresivo de Catalunya, sino también en el nacimiento de la reacción recentralizadora de las dos principales fuerzas políticas de matriz castellana que nos ha llevado a un tiempo político nuevo. La profundidad de la crisis está sirviendo de excusa para una inflexión involutiva en la construcción de un Estado complejo.

Este agosto, para modificar la Constitución, los líderes del PSOE y el PP han creído que con sus partidos bastaba y sobraba. Han considerado un detalle menor que las otras fuerzas del arco parlamentario quedasen fuera del consenso para modificar la ley máxima.ZapateroyRajoy, como dos yonquis en un ataque de lucidez, quieren dejar fijado en la Constitución lo que su nula capacidad como gobernantes es incapaz de garantizar. En su agonía,Zapateroestá ayudando mucho más aRajoyque aRubalcaba. Ya apenas importa.

La paradoja de todo es que esto no nos está pasando por una decisión voluntaria de los españoles, de sus gobernantes, sino porque nos lo exige el núcleo duro de Europa. Alemania y el BCE, que ya están hartos de aguantar que algunos países se rían de ellos en tiempos de bonanza y, cuando viene el invierno, venga pedir ayuda solidaria. Es la fábula de la cigarra y la hormiga a nivel europeo.

La mayor parte de la sociedad española no entiende por qué tanta prisa. Los diputados y diputadas en las Cortes creen que ellos sí lo entienden y saben qué hacer, pero no hacen otra cosa que bailar, como títeres, la danza esperpéntica de la impotencia.