Gente corriente

Teresa Laplana: «A los policías y los bomberos nos encanta competir»

Intendente de los Mossos y nadadora. Medallista en los Juegos Mundiales de Policías y Bomberos.

Teresa Laplana

Teresa Laplana

ÓSCAR HERNÁNCEZ

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Es mossa d'esquadra, pero no una mossa cualquiera. Entró en la primera promoción en la que aceptaron mujeres, en 1985, y ya es intendente. Dirige la comisaría de Sant Andreu desde hace seis meses y de ella se escapa cuando puede a la cercana piscina de Can Dragó para entrenarse como nadadora. Teresa Laplana (Barcelona, 1961) forma parte de los 106 mossos que desde hoy participan en los Juegos Mundiales de Policías y Bomberos que se celebran en Nueva York y que este año conmemoran el 11-S. Laplana es veterana de estas olimpiadas policiales. Siempre en la especialidad de natación.

-¿Cuántas medallas en la piscina?

-Creo que he ganado unas 14 desde que me presenté por primera vez a los Juegos. Empecé en 1999, en Estocolmo. Siempre compito en 50 o 100 metros braza, y a veces también en espalda y relevos.

-Y compiten contra muchos países.

-Sí. Este año ya somos unos 15.000 policías y bomberos inscritos de todo el mundo. Para todos es una oportunidad de vernos cada dos años, mantenernos en forma y competir.

-¿Qué se siente en el podio?

-La primera vez que te llaman por tu nombre para tirarte a la piscina el corazón te sale por la boca. Es muy emocionante. También cuando te presentan como Catalonian Police y ves que es una oportunidad para tu país. Lo de las medallas, hay de todo. En Vancouver, nos las dieron en la mano tras consultar un listado. Fue muy frío. Pero en Adelaida sí subí al podio. Fue muy bonito.

-¿Por qué policías y bomberos?

-Porque somos buenos deportistas. Participan cuerpos de policía local de ciudades pequeñas, y de cuerpos más grandes como la Guardia Urbana y los Mossos. Hay unidades que necesitan mantener una buena forma física. Y nos encanta competir.

-¿Quién paga estos 10 días en Nueva York?

-En los Mossos, cada agente se paga siempre lo suyo, el viaje y la estancia. Aunque hay cuerpos como la Ertzaintza que algunos años han pagado el viaje a sus atletas. Llevan gente muy preparada.

-Las nadadoras más temidas.

-Las bomberas de California  son impresionantes. Aunque hay nadadoras rusas y de países de la antigua URSS que están muy entrenadas.

-Harán amistades...

-Sí, sí. He hecho amigas compitiendo. Tengo una amiga portuguesa, por ejemplo, con la que nos vemos cada dos años en los Juegos. Hasta conoce a mis hijos. Nos relacionamos mucho en la piscina porque compites unos minutos al día, pero pasas allí toda la mañana.

-Pero usted lleva su club de fans.

-Sí, siempre viajo con mis hijos a estos juegos. Y también con mi marido, que es intendente de la Guardia Urbana de Barcelona y además compite en baloncesto. Los Juegos de Policías y Bomberos nos han permitido viajar por todo el mundo. Si no fuera por la competición, jamás se me habría ocurrido ir a Australia.

-Jefa de la comisaría de Sant Andreu, madre de tres hijos... ¿De dónde saca tiempo para la piscina?

-Es difícil, pero si te lo propones, lo consigues. Es cuestión de prioridades. Yo, por ejemplo, muchos mediodías aprovecho la hora de comer para ir a la piscina. En la comisaría les digo dónde estoy por si me tienen que avisar. Pero es muy bueno ese momento de desconexión que dedicas a ti. Y, con mis hijos, siempre he contado con la ayuda de mi marido, de sus padres y de los míos. Desde que eran pequeños. Cuando los dos primeros tenían 1 y 5 años, me destinaron a la cárcel de Ponent. Y luego, años después, a Tarragona.

-Debió ser duro.

-Es mi trabajo, pero internamente te hace daño. Nunca olvidaré cuando mi hija con 5 años me dijo: «Te vas porque no nos quieres». Ella entonces no lo entendía.

-Con padres en Guardia Urbana y Mossos, ¿los niños serán policías?

-Que va. Ninguno. Ahora tienen 22, 18 y 13 años. Mi marido les ha dicho que este trabajo es una buena oportunidad. Pero no quieren.

-Y usted, ¿cómo llegó a mossa?

-Por casualidad. Daba clases en una piscina, me avisaron de que se hacían las pruebas de ingreso y me presenté. Pero yo quería ser azafata o enfermera, como muchas niñas. Nunca me imaginé como policía.

-¿Cómo se manda a toda una comisaría?

-Cada uno tiene su propio estilo. Yo sigo el de mis primeros jefes. Trato con personas, no con números. Intento que mi gente esté siempre a gusto. Así rinden más.