Gente corriente

Vanessa Vallese: «Al saber que tenía un linfoma pregunté: '¿Podré ser madre?'»

<b>... y el instinto maternal.</b> A los 26 años ha contrarrestado el temor a la muerte con el empeño en crear vida.

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Núria Navarro

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La voluntad de crear vida es una potente arma de combate. Lo sabe Vanessa Vallese (Sao Paulo, 1984), fisioterapeuta de Llinars del Vallès, a la que en septiembre le diagnosticaron un linfoma de Hodgkin, un cáncer que se origina en el tejido linfático.

-Cuando me confirmaron que era un tumor maligno, lo primero que me vino a la cabeza fue la maternidad. Desde pequeña tenía claro que quería ser madre y estaba en un momento muy sensible: mis amigos ya tenían hijos y mi pareja, Marc, y yo habíamos hablado de empezar a buscarlos a finales de este año.

-¿Se jugaba su vida y le preocupaba dar vida?

-Me explicaron que debía pasar por ocho sesiones de quimio y 17 de radioterapia y yo salté: «¿Podré ser madre?». El tratamiento no era de los más infertilizantes, pero nadie podía darme garantías.

-¿Entonces?

-Al estar ingresada en la Dexeus, una ginecóloga me explicó la posibilidad de extraerme óvulos para después congelarlos. «¡Eso debía costar un montón de dinero!», pensé. Pero la doctora me dijo que la extracción y congelación durante un año era gratis, y que después costaba unos 300 euros al año. Se me abrió una puerta a la esperanza. Sin embargo, tenía un factor en contra...

-¿Otro más?

-¡No tenía tiempo! El momento de mi ciclo no era el óptimo, aquella misma semana debía empezar la quimio en el Hospital de Sant Pau y la hematóloga no me permitía demorarla hasta el siguiente ciclo, al cabo de mes y medio. Quedaba descartada la hiperestimulación. Así que hicimos una tanda de hormonas pequeña y me extrajeron cuatro óvulos, que ya están congelados.

-Asegurada esa expectativa, se puso a pelear contra la enfermedad.

-Sí. El pasado febrero acabé el tratamiento. Ahora tengo que esperar un año y medio, para que el cuerpo expulse toda la toxicidad de la quimioterapia y pase el peligro de recidivas. Hay que minimizar la posibilidad de que reaparezca el tumor estando embarazada.

-¿Ha sido una travesía muy dura?

-Tardaron tres meses en acertar el diagnóstico. Yo me sentía muy fatigada y tenía mucha tos, pero como trabajaba de higienista bucodental y estudiaba fisioterapia a la vez, creía que todo se arreglaría con unas buenas vacaciones.

-Pero no fue así.

-No. Cuando me dijeron que tenía una masa mediastinica que comprimía la tráquea, y más tarde que esa masa era un linfoma de Hodgkin, sentí que se me paraba el mundo.

-Una sensación razonable.

-¡Lo tenía todo tan bien planificado! Estaba acabando los estudios de fisioterapia -muy enfocada al suelo pélvico-, vivía con mi pareja, tenía un trabajo que me gustaba... La primera noche en el hospital me enfadé mucho con el mundo, pero Marc me dijo: «Oye, nadie nos ha dado nada hecho, siempre hemos luchado por todo, así que esta es una cosa más». Y tenía razón. Afronté los seis meses de quimio informada y tranquila.

-Y ahora, a esperar ese año y medio para probar.

-De momento no he tenido ninguna pérdida de ciclo. Debo esperar a que me den luz verde. Quizá no tenga problemas para quedarme embarazada, pero me tranquiliza saber que tengo unseguro.

-Un seguroque es producto de una idea fija.

-La esperanza de tener un hijo ha sido un motivo más para luchar. ¡El tumor no iba a romper toda mi vida! Solo sería un punto y aparte. Además, durante el proceso me entraron todavía muchas más ganas de ser madre al ver el comportamiento de la mía.

-Ejemplar, imagino.

-Ha sido la que ha tenido más aplomo en cada momento. Mi madre ha sido la constante. Cada uno lo toma a su manera... Mi padre es puro nervio y mi hermana lo ha pasado fatal. No se explicaba cómo no le había tocado a ella, que era la mayor. Pero las madres... son el pegamento de todo.

-¿Siempre abrazó la fe en la familia?

-Para mí es importante. Mis padres -hijos de catalanes y de italianos- decidieron dejar Sao Paulo en 1989 porque era una ciudad muy violenta. Lo aparcaron todo por nuestro bienestar y seguridad. ¡Ellos sí que han sido valientes!

-Oiga, si se queda embarazada de forma natural, ¿qué será de los óvulos?

-Si así fuera, me gustaría donarlos a mujeres que quieran ser madres y no puedan.