La rueda

Una frase para cada día

ROSA CULLELL

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Se busca un rincón no muy grande (una cafetería nos vale), llega el candidato, se pone ante el micrófono, espera a que las cámaras enfoquen y dispara. La frase del día. La que ha ensayado y negociado con su equipo de campaña. El tema, como en las redacciones del colegio, varía: las mujeres, los jóvenes, la seguridad, los recortes… El público es escaso. Es una reunión de convencidos hecha para los medios de comunicación y, en particular, para las televisiones públicas. La gente lo ha entendido. Nadie va a los nuevos minimítines.

El alejamiento entre el votante y la política no es un mito urbano, es la puñetera realidad. Se acabó el tradicional besuqueo con las vendedoras en los mercados. Eso es el pasado, dicen los expertos. Es cierto, los mítines son demasiado caros y no hay quien llene la plaza. Cabe pensar que, al desaparecer el encuentro masivo, se ha optado, imitando aObama,por las redes sociales y el contacto interactivo, de individuo a individuo. Nada más lejos de la realidad. Los candidatos, con honrosas excepciones, solo ponen su nombre en el Twitter. Los que escriben sonnegros, redactores contratados para repetir por cualquier canal la frase del día. Nada da más sensación de fiasco, de error de comunicación, que ver cómo los candidatos discuten en

TV-3, en un animado debate en directo conJosep Cuní,y, al mismo tiempo, envían mensajes a través de internet. Extraña ubicuidad.

Los partidos españoles gastarán en esta campaña municipal y autonómica unos 30 millones de euros. Que devolverán las arcas públicas. Propongo una idea. Utilicemos la ciudad del cine de Barcelona para las actividades de campaña. Se diseñan escenariosad-hoc, contratamos extras (jóvenes, ancianos, pijos o progres) y damos trabajo a la industria del teatro, tan afectada por los recortes. Y como las escenografías son reutilizables, la inversión la amortizamos a 10 años. O podríamos empezar por lo más obvio: juntemos las elecciones en un mismo día. De hecho, en estas últimas, se ha hablado más deZapateroy de lo que nos debe Madrid que de nuestras ciudades. Ahorremos.