Más que alusiones personales

Serán calentones primaverales o la crisis, pero en la prensa de ayer había varios artículos con alusiones personales de notable envergadura. EnLa Vanguardia, Pilar Rahola, a la que no le cuesta entrar al trapo, respondió al provocadorFernando Sánchez-Dragó, que el lunes anunció enEl Mundoque no viajará a Barcelona para«la carnavalada»de Sant Jordi porque no quiere encontrársela y porque no le gusta«ir a una región de España en la que han prohibido los toros y cierran librerías acusándolas de nazis»(en referencia a las acciones de la justicia contra el establecimiento Europa) ni sentirse«puta de escaparate enseñando las bragas a los peatones».Réplica de la pluritertuliana a alguien«cuya aportación a la literatura española solo es equiparable a la de Pemán»:«Debe de tener razón, porque lo suyo es que las bragas se las enseñen las señoras del oficio a él, como amablemente nos ha hecho saber».

La pulla deHermann TertschaIñaki Gabilondo enAbces unidireccional, porque no constan alusiones previas del veterano y respetado periodista a su habitualmente avinagrado colega. Este saca la cara en defensa deAznarante las críticas del«sumo sacerdote del periodismo de corrección izquierdista»al expresidente, al que considera un traidor a los intereses de España por dudar de que el país pueda pagar su deuda.Tertschno para en barras y dice que el traidor esGabilondopor, entre otras cosas, ayudar«a asediar las sedes del enemigo en jornada de reflexión»y jalear «un acuerdo con separatistas y terroristas a partir del Tinell». Casi nada.

Para ataque personal aún más gratuito, el de Carlos Dávila en la portada deLa Gaceta... aDani Alves,«un mercenario que cuelga la bolsa donde más le pagan»,que«ofrece lecciones(...)francamente deplorables»y es«un pobre estúpido». ¿Y qué dijo (el día antes enEl Mundo) el defensa del Barça para desatar la ira del merengón confesoDávila? Pues esto sobre la actitud deMourinhoy la prensa que le es afín:«Sabemos que forma parte del show y que sirve para vender diarios. Desestabilizarnos forma parte de eso. Sería de locos entrar. Todo eso [la presión] viene del centro de España, donde se maneja todo. Pero no vamos a entrar ahí.(...)Aunque a veces nos toca las narices un poco».¿Dónde está la ofensa?