Inmigración: las prioridades de hoy

La entrada de la inmigración en el nuevo Govern tiene nombre propio. Salt simboliza los tres ejes de acción a priorizar: perspectiva local, enfoque socioeconómico, socialización de la población en general. Salt también confirma que los conflictos que hay que gestionar no son hechos, sino sus interpretaciones.

En la pasada legislatura se produjeron unos acuerdos que deben servir para sedimentar los próximos pasos. Destaco tres: 1) Catalunya es una sociedad diversa que apuesta por tener un único espacio común para la cohesión social. 2) La diversidad, lejos de ser un obstáculo, es un valor positivo y una oportunidad para el desarrollo. 3) La lengua catalana es una de las fuerzas motrices para la acomodación de la diversidad.

¿Cuáles son ahora las prioridades? Destacaré ocho, aparte, por descontado, del desarrollo de la ley de acogida y el mantenimiento del Pacte Nacional d'Immigració como fundamento de las políticas.

1.Mesa de ciudades. Crear un marco de colaboración y cooperación intergubernamental entre todas las ciudades y el Govern. No podemos dejar que la situación actual se extienda como algo normal. No puede ser que cada municipio vaya por su cuenta sin ninguna acción del Govern que gestione las demandas. Los municipios tienen que ser reconocidos como nuevos actores en el diseño de políticas y tienen que tener un espacio para poder debatir el tema con el Govern. El llamamiento municipal en temas tan calientes como el empadronamiento, el discurso xenófobo, el civismo, las prácticas religiosas y la pauperización inmigrante en tiempo de crisis debe ser tomado muy en serio.

2.Pluralismo religioso. Catalu-

nya tiene que ir más allá del tema de los oratorios y del burka. No puede ser abandonado en un laissez-faire competitivo de creencias. La religión no es un asunto privado en manos de distintas iglesias, sino un asunto de interés público y regido por el principio de la libertad, en el que también se respete a los no creyentes.

3.Relación con el Estado. La política de fronteras tiene que ser un tema decisivo para ir avanzando en el autogobierno. La decisión sobre cuántos y quiénes entran no puede estar en manos del Estado si afecta directamente a Catalunya. Hay que volver al lema del segundo plan (2001-2004), y a la construcción de una vía catalana diferenciada.

4.Relación con tejidos asociativos. Seguir trabajando en el mundo asociativo, pero en aspectos más de aplicación de políticas y de trabajo de socialización y cohesión, y no tanto de entrada de demandas. Las asociaciones tienen que ayudar para lograr que la diversidad sea vista de forma positiva y que la cohesión sea el horizonte común.

5.Enfoque de la interculturalidad como estrategia política de gestión de la diversidad. Que nuestro signo distintivo sea el fomento de la interacción entre comunidades. La interculturalidad no es solamente un principio, sino una práctica, una mentalidad y un comportamiento que tenemos que saber fomentar en todos los espacios creativos e innovadores de nuestra sociedad. Crea una cultura de la diversidad y sienta las bases para una cohesión más fundamentada en las convicciones de las ventajas de la diversidad.

6.Política cultural que incluya la diversidad. Tiene que ser una política de fomento de todas las capacidades culturales de Catalunya. Los inmigrantes tienen cosas que aportar para enriquecer nuestra cultura. No puede haber una política cultural pensada únicamente para un público objetivo homogéneo.

7.Sociedad civil. Trabajar con la sociedad civil de aquí y con la ciudadanía, contando con mecanismos para evitar la deriva xenófoba de los partidos. El objetivo debe ser desactivar estos discursos, y para eso hay que contar con mecanismos que les hagan perder sentido. Algo así como aplicar, en el caso del discurso, la divisa deMontesquieucontra la corrupción: crear un sistema de modo que, en cuanto uno abuse del poder (léase del discurso político xenófobo), lo pierda.

8.Pauperización inmigrante. La situación de exclusión vinculada con la crisis también afecta a los inmigrantes y mucho más directamente a losni-nique no tienen expectativa de salir de su situación. El proceso de paulatina pauperización de los inmigrantes puede llevar a un estallido de los más afectados que puede perfectamente parecer más un rechazo desesperado tunecino que la reivindicación de oportunidades de noviembre del 2005 en Francia.

El Pacte Nacional ha sido una buena ocasión de mostrar al conjunto del Estado que en Catalunya compartimos diagnósticos y tenemos unos acuerdos nacionales firmes. Ahora se trata de que los que hayan firmado el pacto también sigan sintiéndose partícipes de la construcción de una Catalu-

nya plural y cohesionada. Los nuevos pilotos del Govern tienen una misión importante que desarrollar: incentivar a todos en esta tarea común y combinar bien la cuestión identitaria con los factores sociales y económicos en la gestión cotidiana de la inmigración.