Opinión | Editorial

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Zapatero: reformas y más liberalización

La opinión del diario se expresa solo en los editoriales. Los artículos exponen posturas personales.

El presidente del Gobierno hizo ayer un repaso de lo que fue el 2010 y presentó detenidamente sus planes para el 2011, que se centran en reformas de calado en el tejido productivo y en el gasto público. Lo más destacable del discurso es el contraste entre su tono liberal y enérgico y la actualidad política de tertulias y cenáculos, tan centrada en si se presentará a las elecciones. José Luis Rodríguez Zapatero habló como quien no tiene en cuenta el coste electoral de sus decisiones.

No olvidó, eso sí, justificar su política de gasto para ayudar a la actividad, que era lo que tanto la OCDE como el FMI apoyaban hace menos de un año. Si ahora España tiene una deuda pública del 62%, dijo, es porque entonces era la receta de consenso contra la crisis. Además de ese mensaje a los ortodoxos de la derecha, envió otro a la izquierda que le reclama menos recortes y más lucha contra el fraude: en el 2010 las inspecciones fiscales recaudaron el récord de 10.000 millones, el 1% del PIB.

El informe sobre la situación económica se centró, no obstante, en las reformas, tanto la financiera como la del sistema de pensiones y la del mercado laboral, las tres ya en marcha. Zapatero quiere hacerlas por consenso, pero si no lo consigue igualmente las aplicará. Desde su punto de vista, tan importante como aumentar las facilidades para reducir plantillas es la negociación colectiva, que está anticuada; y apoyó su afirmación recordando que en el 2009, mientras se destruían 1,2 millones de empleos, los sueldos subían el 3,2%, pero el IPC caía el 0,3%.

Junto a las reformas, también anunció medidas para hacer más eficiente la economía, como cierta liberalización de los servicios profesionales. En esa línea hay que enmarcar su deseo de coordinar con las autonomías los horarios comerciales y la reducción de las actividades que requieren licencias municipales. La respuesta del Govern, que ve en esa iniciativa la intención de ampliar horarios, fue inmediata. Tanto CiU como los dos tripartitos han desarrollado una regulación proteccionista del pequeño comercio. En Catalunya se mantiene la regulación comercial y solo tienen libertad total de horarios ciertos comercios con menos de 150 metros cuadrados, mientras que en otras comunidades, como Madrid, es para todo tipo de tiendas.