Gente corriente

Laura Vilella: "Cada año matan a 50.000 galgos en España"

Tiene dos galgos adoptados. Esta mujer supo un día de las crueldades que sufren estos perros en España, y decidió actuar.

Laura Vilella

Laura Vilella

CATALINA GAYÀ

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Llama Laura Vilella y cuando me dice que es peluquera le respondo amablemente que ya sacamos a un peluquero. Me para en el acto y dice que ella no quiere hablar de peluquería. La escucho y me explica una historia que pone los pelos de punta: «Cada año matan a 50.000 galgos en España, según las asociaciones defensoras de estos animales». Laura adoptó dos galgos, a Luxor y a Shiva, pero no se considera activista. Hace lo que puede, dice.

-No sé si la he entendido bien.

-Se lo explico de nuevo. Tras la temporada de caza, en febrero, algunas personas matan a sus galgos. Hay un método, por ejemplo, que llaman pianista. Ponen una soga en el cuello del galgo y hacen que el animal aguante de puntitas. Cuando se cansa, él mismo se ahorca. Es horrible, pero no es la única atrocidad.

-Lo siento, pero vamos por pasos.

-Hay zonas de España donde los galgos españoles son animales de caza. Cuando ya no pueden cazar porque han perdido rapidez o agilidad, los eliminan. También cuando nacen y se dan cuenta de que no son buenos para cazar. Lo último que se ha sabido es que los queman o los arrojan a pozos para así no dejar huellas.

-¿Por qué tanta crueldad?

-Hay zonas en las que los galgos son considerados animales de segunda. Se dice que un galgo no vale ni una bala si ya no puede cazar.

-¿Usted forma parte de alguna asociación?

-La verdad es que no. Cuando supe que pasaba todo esto, decidí adoptar a Luxor y a Shiva. La he llamado porque creo que la gente tiene que saber lo que pasa. Todo esto es muy duro.

-¿Y cómo se enteró?

-Fui a una exposición de razas de perros en Barcelona. ¡Nada que ver con estos malos tratos! Vi a unos galgos y me parecieron unos perros nobles, elegantes, con ojitos redondos... Se lo comenté a mi sobrina y me dijo que entrara en la página web de SOS Dálmatas, de ahí llegué a SOS Galgos, a Galgos Sin Fronteras, a Galgos 112... y me enteré de todas las crueldades que sufren estos perros. Al cabo de un mes llegó Luxor a casa.

-Siga, por favor.

-A veces los dueños llevan a los galgos a estas asociaciones, otras las mismas asociaciones hacen búsquedas por las carreteras y los encuentran abandonados. ¡Han salvado a muchos de la soga! Luxor vino de Sanlúcar de Barrameda.

- ¿Lo maltrataban?

-No lo creemos, porque lo encontraron cuando era un cachorrillo. Lo que pasa con Luxor es que es una mezcla de galgo y podenco. Seguro que por eso lo abandonaron. Cuando llegó a casa, solo tenía cinco meses. Unos meses más tarde acogí a otro galgo de SOS Galgos.

SEnD¿Lo acogió?

-Cuando los recuperan, intentan que se adapten a las personas. Por eso llegan a diferentes familias. Para algunos perros es muy difícil, porque llegan muy mal y tienen mucho miedo a los humanos. El galgo que acogimos en casa tenía un miedo horrible a las personas. No quería estar cerca de nosotros. No ladraba ni nada; solo se levantaba y se iba de la habitación en la que estábamos. Tampoco quería que lo abrazáramos. Además, era muy grande, y por eso no nos lo pudimos quedar.

-¿Qué pasó?

-Que le cogí muchísimo cariño y que Luxor era feliz. Por eso decidimos adoptar una perrita a la que llamamos Shiva.

-¿Sabe la historia de Shiva?

-No, pero llegó con muchas cicatrices. Hasta tiene una en el morrito. Dicen que cuando no sirven para cazar, las marcan para que los galgueros sepan que no es apta; ella tiene una cicatriz en las costillas. No sé si será de eso. Lo que imaginamos es que estuvo mucho tiempo en un zulo, porque llegó llena de callos. Ahora ya está bien. A veces, nos encontramos con gente que ha adoptado y que sí sabe la historia.

-¿Dónde? ¿Por la calle?

-Sí, cada vez hay más gente que sabe de este problema y adopta. En Santa Perpètua de Mogoda, por ejemplo, ya hay varias parejas con galgos. Algunas asociaciones organizan encuentros para adoptantes de galgos. Hace poco fuimos a un encuentro de galgos en Sabadell. ¡Nos encontramos hasta 40 personas con los perros!

-¿Adoptará otro?

-Si tuviera jardín, le aseguro que lo haría. ¿Puedo decirle algo?

-Claro.

-El galgo es un excelente animal de compañía. Es tranquilo. Mucha gente cree que necesitan mucho espacio, pero no es así en absoluto.